domingo, 29 de junio de 2008

SMS


Esta foto es una mínima parte de un gran lugar: el interior de la bella casa que alquilamos en San Marcos Sierra, en medio del bosque...

martes, 17 de junio de 2008

lunes, 2 de junio de 2008

Primer Concurso Narrativo EPG

Como bien saben ustedes, muchas veces los escritores esquilan sus textos dejando fuera del relato partes que, en ese momento, no cree sustanciales (menos mal) o, como bien saben también ustedes, planifican e idean textos que nunca llegarán a escribir (el lema reza: todo no se puede).

Por eso EPG lanza su Primer Concurso Narrativo, basado en fragmentos sobrantes de relatos escritos y en ideas de relatos nunca abordados. La fragmentación como motivo de escritura. Construir a partir de las ruinas.


No se pide tipología ni tamaño de fuente, ni espaciado doble o sencillo ni configuración de página; suficiente con que la extensión no supere los tres páginas (tampoco es que uno tiene toda la vida para leer). Si hasta el género es libre.

Eso sí: hay un par de categorías:

1- Los participantes podrán elegir qué argumento, de los que se ofrecen aquí debajo, transformar en relato.

2- Los mismos participantes podrán enviar sus fragmentos o argumentos para ser continuados por otros participantes, antes del 30 de junio (lunes). Estos serán cargados en el blog epg-elpoetadelagacetilla.blogspot.com para que sea así de acceso masivo.

Los textos ya completos se recibirán hasta el 21 de septiembre incluido (¡feliz primavera!) en:

el_poeta_de_la_gacetilla@yahoo.com.ar

o:

elbiografo00@gmail.com

con el motivo “Primer Concurso Narrativo EPG” en el Asunto y chau.

¿Jurado? Los propios lectores. ¿Premios? ¿Guita? Naah... La publicación en el blog EPG y otras páginas amigas y un libro de la biblioteca personal de EPG. La votación, a cargo del público lector.

Suerte. Metele que son pastele. Sina sco, que son churrasco.

* * * *

“Estoy escribiendo sobre la escritura y usted lee acerca de la lectura, lo cual es un arreglo incestuoso”. John McDonald.

Todos los escritores son ciegos –en sentido alegórico (...)–, no pueden ver sus manuscritos. Necesitan la mirada de otro. (...) No hay forma de leer los textos propios sino es bajo los ojos de otro”. Ricardo Piglia.

“El arte es un ciego que, en un cuarto a oscuras, busca un sombrero negro que no existe”. Dashiell Hammett.

Historias y argumentos


Fragmento 1:

El biografiado, Antonio Ríos, es un ingeniero químico que creó un novedoso sistema de almacenamiento y transporte de gas líquido, uno de los primeros expertos en la materia en concluir que “el gas disuelto en un líquido no es gas, sino parte del líquido”.

Antonio Ríos sufrió, tres años después de editado el libro, un accidente cardiovascular que lo dejó paralítico y mudo. Consultado para este artículo, su respuesta llega vía correo electrónico: “Quedé muy conforme con su biografía. Él se portó conmigo de una manera más que alentadora. Eso sí: hay algunos errores técnicos, sobre todo con lo que tiene que ver específicamente con las moléculas, el LPG (gas petróleo líquido) y el LNG (gas natural líquido), imposibles ya de subsanar en una segunda edición. Sobre todo porque me acabo de enterar que Beltrán ha muerto, y a mí no me interesa para nada reeditar ese libro”.

Fragmento 2:

-¿Te atrapa la idea de ir hacia delante y estrellarse contra lo que sea? ¿O preferís el almohadón y la tele?
-Me excita la idea de estrellarse contra cosas.
-¿En qué sentido te excita?
-Me excita.

Argumento 1:

Estamos a una hora de Tijuana. Vivimos en una especie de ranchito, a unos 8 kilómetros de la ciudad, casi frente al mar. Es muy tranquilo y algo de lindo hay. Además que no pagamos renta.

Argumento 2:

A un hombre le llega un ejemplar del Facundo, botín de un malón.
Ese hombre (como Fierro y Cruz, como el Coronel Baigorria) ha atravesado la frontera y vive con los indios.
(Ver El ultimo lector, páginas 32 y 33).

Argumento 3:

Hace cuatro horas que un tren parece estar pisando las chapas del techo. En realidad -si es que a esto se le puede llamar la realidad- se trata del repique de la lluvia que no para de trastabillar y ceder como un sinfín de ruedas metálicas sobre el zinc.

Argumento 4:

Un hombre de buena posición económica y clase alta está a punto de casarse. Su hobby es secuestrar mujeres, meterlas dentro de su limosina, embriagarlas, narcotizarlas y sodomizarlas.

Argumento 5:

A fines del año pasado, un grupo de funcionarios de la Cancillería argentina fue secuestrado y asesinado en China por una tribu de mongoles. Los cuerpos, repatriados en el verano. El gobierno nacional, en medio de la “transición” de un presidente a otro y por temor a verse envuelto en un escándalo internacional, ocultó los hechos a la prensa. Algo que aún no se comprende cómo pudo sostenerse. Investigando a través de sistemas electrónicos de los cuales el ciudadano común no tiene conocimiento, la SIDE pudo rastrear una serie de envíos a través de una cadena de mailes, aunque son muy lejanas aún las posibilidades de abrir la puerta al desenmascaramiento de una red de mafias chino-argentinas y a la resolución de los crímenes.
(Esta idea es de W.B.)

Estado de excepción - Escribir o rescribir

Estado de excepción (J. H.)

La idea de generar un estado de excepción en un texto es lo que lo hace vivo. Y cada registro, cada historia que uno elige contar, merece un estilo, una forma y personajes que hagan verosímil ese estado. Si la historia está bien contada, cosa que no siempre se logra, el texto adquiere vida propia y eso es el estado de excepción: salir de donde estaba para, ahora, ser otra cosa.

Escribir o rescribir (E. R. E.)

“Eso” es rescribir, tarea ingrata si las hay. Similar, a lo mejor, a parir un hijo, tanto con placer como con trabajo, y que vengan tus amigos, lo vean y te digan: No está mal pero le falta esto, lo otro, lo de más allá. ¿Por qué no lo hacés de nuevo? Pero... otra vez a parir lo mismo... Y tienen razón y sabés que tienen razón, pero es difícil escribir diferente algo que ya está escrito (obviamente por uno mismo) ¿Uno puede escribir dos veces? Si parece que cuando lo hace se le caen las palabras con una incontinencia absoluta. Resulta imposible tener duplicada esa energía para un mismo escrito. Pero la realidad es que existen dos tipos de relatos: los efectivos y los no efectivos. Probablemente sea necesario, además de escribir con esa calentura y disfrute casi sexual, jugar al ajedrez con las palabras. Ser un estratega y jugar con el otro. Porque de eso se trata: de proponerle un juego a alguien y que se enganche. Para cuando se quiera dar cuenta va a estar disfrutando más nuestra historia que la mismísima realidad. No conozco nada mejor que contar historias.