tag:blogger.com,1999:blog-65240608068148959182024-03-14T01:26:44.689-07:00elpoetadelagacetillaepghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.comBlogger476125tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-17759124053042996612023-06-06T19:36:00.000-07:002023-06-06T19:36:13.309-07:00Entrevista a Roberto Musso<p><span lang="ES-AR"><b>Fragmento de una entrevista
a Roberto Musso, vocalista, guitarrista y fundador de El Cuarteto de Nos. 2016, para Revista Acción.</b></span></p><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR">-¿Qué
le debe El Cuarteto de Nos a otras bandas de rock uruguayo pos dictadura de los
80, teniendo en cuenta que sacaron sus primeros discos por aquella época?</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR">Pertenecemos a una generación que tuvo que
vivir la adolescencia en plena dictadura militar. Esa etapa de la vida que a
uno lo marca más que ninguna otra. Y cuando vino la democracia nuevamente, que
nos encontró a nosotros cursando los estudios universitarios, fue una época de
una efervescencia cultural muy grande. Creo que paso algo similar allá en
Argentina, tanto en bandas nuevas, en artistas plásticos como en el cine y el
teatro que surgieron en ese momento. Fue un momento en que se formó un momento
muy interesante y creo que fue lo que marcó la historia de El Cuarteto de nos
de ahí para adelante.</span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR">-¿Por
qué creés que se dio el "desembarco" de tantas bandas uruguayas en
Argentina, a principios de los 90? ¿Qué condiciones se dieron para eso?</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR">Uruguay siempre tuvo músicos muy
destacados. En general, el rock había estado un poco sumido en las fronteras
del público más que uruguayo, te diría montevideano. Pero en los ’90, con una
nueva generación de gente que apoyó a la música –no estrictamente músicos:
sonidistas, productores artísticos, productores ejecutivos, iluminadores– que
no había quizás en la generación de la cual proveníamos nosotros, eso le dio un
envoltorio a ese diamante en bruto que eran las canciones y los artistas, que
lo hizo más escuchable fuera de las fronteras. Creo que fue ese el porqué de la
exportación y del momento que vive hoy el rock uruguayo,</span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR">-Y
llegando hasta hoy: ¿por qué creés que pudieron sostenerse con éxito en nuestro
país?</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR">La historia de El Cuarteto es un poco
particular en ese contexto. Es un poco mentiroso que empezamos hace tanto
tiempo porque éramos muy chiquilines; arrancamos tocando con doce o trece años
de edad. Y lo raro es que nos mantengamos casi todos los integrantes de la
formación original y con el mismo nombre. Hasta el disco <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Navidad en las trincheras</i>, del ’96, era una propuesta sumamente
amateur la nuestra, y solamente como un divertimento. A partir de ese disco,
que sigue siendo el disco de rock más vendido de toda la historia en Uruguay,
nos posicionó en un lugar diferente. Sin embargo, no trascendió fronteras, fue
un poco para aquí y para un under bonaerense, nada más. Recién en el 2006,
cuando sale <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Raro</i>, que es el disco que
nos abrió la puerta para Argentina y Latinoamérica, fue que pasamos a vivir
específicamente de la música y de El Cuarteto. Y quedaba la duda de si iba a
ser un grupo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Raro</i> hacia adelante o
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Raro</i> hacia atrás. Por suerte,
cuando vinieron los otros tres discos (Bipolar, Porfiado y Habla tu espejo),
nos dieron un marco para seguir mirando para adelante. Creo que el sostenerse
fue casi tan difícil como dar el puntapié inicial.<o:p></o:p></span></p><b><span lang="ES-AR"></span></b><p></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-73751642408240975002022-12-22T14:35:00.004-08:002022-12-22T14:35:57.458-08:00Más de 100 jugadores sin ganar un mundial<p>Esta es la lista de jugadores que jugaron mundiales para Argentina entre 1990 y 2018 y no salieron campeones, o sea, entre la anterior copa obtenida en México y esta ganada en Qatar. </p><p><br /></p><p>Javier Mascherano 4</p><p><br /></p><p>Abel Balbo 3</p><p>Claudio Caniggia 3</p><p>Sergio Agüero 3 (*)</p><p>Roberto Sensini<span style="white-space: pre;"> </span>3</p><p>José Chamot 3</p><p>Diego Simeone 3</p><p>Gabriel Batistuta 3</p><p>Ariel Ortega 3</p><p>Roberto Ayala 3</p><p>Juan Sebastián Verón 3</p><p>Hernán Crespo 3</p><p>Maxi Rodríguez 3</p><p>Gonzalo Higuaín 3</p><p><br /></p><p>José Basualdo 2</p><p>Sergio Goycochea 2</p><p>Matías Almeyda 2</p><p>Claudio López 2</p><p>Germán Burgos 2</p><p>Pablo Cavallero 2</p><p>Marcelo Gallardo 2</p><p>Javier Zanetti 2</p><p>Juan Pablo Sorín 2</p><p>Walter Samuel 2</p><p>Pablo Aimar 2</p><p>Gabriel Heinze 2</p><p>Carlos Tévez 2</p><p>Rodrigo Palacio 2</p><p>Nicolás Burdisso 2</p><p>Martín Demichelis 2</p><p>Mariano Andújar 2</p><p>Sergio Romero 2</p><p>Lucas Biglia 2</p><p>Enzo Pérez 2</p><p>Marcos Rojo 2</p><p><br /></p><p>Edgardo Bauza</p><p>Gabriel Calderón</p><p>Gustavo Dezotti<span style="white-space: pre;"> </span></p><p>Néstor Fabbri</p><p>Néstor Lorenzo</p><p>Pedro Monzón</p><p>José Serrizuela<span style="white-space: pre;"> </span></p><p>Juan Simón</p><p>Pedro Troglio</p><p>Fabián Cancelarich</p><p>Ángel David Comizzo</p><p>Sergio Vázquez</p><p>Fernando Redondo</p><p>Ramón Ismael Medina Bello</p><p>Fernando Cáceres</p><p>Jorge Borelli</p><p>Hernán Díaz</p><p>Hugo Pérez</p><p>Leonardo Rodríguez</p><p>Alejandro Mancuso</p><p>Norberto Scoponi</p><p>Carlos Roa</p><p>Mauricio Héctor Pineda</p><p>Pablo Paz</p><p>Nelson Vivas</p><p>Leonardo Astrada</p><p>Sergio Berti</p><p>Marcelo Alejandro Delgado</p><p>Mauricio Pochettino</p><p>Diego Placente</p><p>Claudio Husaín</p><p>Gustavo López</p><p>Cristian González</p><p>Roberto Bonano</p><p>Roberto Abbondanzieri</p><p>Fabricio Coloccini</p><p>Esteban Cambiasso</p><p>Javier Saviola</p><p>Juan Román Riquelme</p><p>Leo Franco</p><p>Gabriel Milito</p><p>Leandro Cufré</p><p>Julio Ricardo Cruz</p><p>Lucho González</p><p>Oscar Ustari</p><p>Diego Pozo</p><p>Clemente Rodríguez</p><p>Mario Bolatti</p><p>Ariel Garcé</p><p>Jonás Gutiérrez</p><p>Martín Palermo</p><p>Diego Milito</p><p>Javier Pastore</p><p>Ezequiel Garay</p><p>Hugo Campagnaro</p><p>Pablo Zabaleta</p><p>Fernando Gago</p><p>Agustín Orion</p><p>Augusto Fernández</p><p>Federico Fernández</p><p>Ricardo Álvarez<span style="white-space: pre;"> </span></p><p>Ezequiel Lavezzi</p><p>José Basanta</p><p>Nahuel Guzmán</p><p>Wilfredo Caballero</p><p>Gabriel Mercado</p><p>Cristian Ansaldi</p><p>Federico Fazio</p><p>Éver Banega</p><p>Maximiliano Meza</p><p>Eduardo Salvio</p><p>Giovani Lo Celso (*)</p><p>Cristian Pavón</p><p><br /></p><p>(*) No jugaron por lesiones o dolencias cardíacas, pero fueron</p><p>parte de la delegación de Qatar2022.</p><p><br /></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-27721084299236080842022-02-20T07:33:00.004-08:002022-03-08T16:23:34.148-08:00PERÓN VUELVE (antología)<p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">“El peronismo es
un movimiento pendulante, donde entra un poco de todo: lo mejor y lo peor. Y un
relato fantástico. Porque el peronismo, más allá de ser un movimiento político
-y cuando digo movimiento político hablo de un movimiento que ejecutó políticas
reales, en las cuales uno puede estar de acuerdo o no- hay un relato
fantástico, porque el peronismo es abarcativo”, dijo alguna vez Diego Capusotto
en una entrevista.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Podríamos agregar:
lo fantástico como elemento de la ficción. Un pensamiento que atraviesa la
Historia y también la literatura. De eso se trata <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Perón vuelve</i>, antología de cuentos recientemente editada en la
colección Andanzas de Tusquets, con selección de Sergio Olguín y María Graciela
Franco.</span><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> “El hecho maldito del país burgués”, dice Reynaldo Sietecase en el
prólogo, citando a J. W. Cook. </span><span lang="ES-AR">La le</span><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">ctura,
entonces, ejercicio de la memoria.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Los textos que la
componen viven, a la manera de la Historia misma, en el vaivén entre el encono
y la reivindicación, y atraviesan hitos trascendentales varios:</span><span lang="ES-AR"> el </span><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">bombardeo del ‘55, el levantamiento de Valle,
Ezeiza, la indeleble figura de Eva. Pero no remiten en exclusiva al pasado –hablando
esta vez en sentido literario–, ya que muchos de ellos son inéditos: “Boulevard
Perón 1974”, de Eugenia Almeida; “Soy yo”, de Esther Cross; “Ezeiza”, de
Mariana Dimópulos; “Evita Capitana”, de Inés Garland; “</span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Let’s talk about it”, de Alejandra Laurencich; “</span><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Hacia un mundo
mejor”, de Ángela Pradelli y “La muerte de Selva y el Diablo Coludo”, de Ana
María Shua. A los que se suman otros con firma de fuste como Abelardo Castillo
(“Los muertos de Piedra Negra”), José Pablo Feinmann (“Digamos boludeces”),
Néstor Perlongher (“Evita vive”), Ricardo Piglia (“Mata Hari 55”), Osvaldo
Soriano (“Gorilas”) y Germán Rozenmacher (“Cabecita negra”). Mención especial
para “Colimba”, de Tomás Eloy Martínez, ficción autobiográfica que remite a una
anécdota de su paso por el ejército, originalmente titulado “Primavera del 55”
y publicado en un medio neoyorquino.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Claro que en esa
condición de, a la vez, abarcativo e inabarcable que ostenta el peronismo,
talla tanto lo que entra como lo que queda afuera. Pensemos en otros relatos:
en “Desagravio” de Piglia y en “La mujer muerta” de David Viñas, en “Simulacro”
y “La fiesta del monstruo” de Borges –el segundo, con Bioy–, el hemingwayniano “Esa mujer” del gran Rodolfo
Walsh, ese delirio lingüístico que es “El fiord” de Lamborghini (y las claves
de Wilcock para leerlo) o la elipsis de “Felicidad” del propio Wilcock.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Ya en 2000, y a
través de editorial Norma, Sergio Olguín había compuesto una antología
homónima, con cuentos de Cortázar, Luna y Fogwill, entre tantos otros, muchos aquí ya citados, y prólogo de Jorge Lafforgue. “La constelación de textos
completa la otra cara que garantiza la existencia de la moneda”, como bien dice
Reynaldo Sietecase.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-20775546668806426232022-02-20T07:32:00.000-08:002022-02-20T07:32:05.228-08:00MEMORIAS DE UNA VIDA REBELDE<p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Defensora de los
derechos humanos, feminista, docente universitaria, investigadora académica, poeta,
cuentista, columnista de radio. A veces una vida podría resumirse en unas pocas
palabras, pero es ahí donde, como decía Neruda, las palabras se adelgazan a
veces. Eso sucede con Reyna Diez.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Su nombre
completo era Carmen Josefina Luisa Suarez Wilson. Nacida en 1914 en Pergamino, provincia
de Buenos Aires, se crio en la cercana Junín. Su padre fue fundador del diario
El Mentor; su madre, una activa defensora de los derechos femeninos y laborales.
Quizás de allí mamó Reyna la sabia necesaria para ponerse al hombro su primera
actividad colectiva: salir en defensa de un grupo de anarquistas injustamente
acusados de un atentado, en lo que se llamó Los presos de Bragado, una de las
primeras luchas obreras argentinas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Luego vinieron
los años de matrimonio, la llegada de los hijos y la mudanza a Los Toldos,
donde creó el Instituto Esteban Echeverría, ciudad de la que debió partir junto
a su familia a causa del golpe del ’55.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">En 1974, Reyna
Diez fue la primera mujer en ocupar un decanato en la Facultad de Humanidades
de la UNLP, con una impresionante visión modernista y reformista de los planes
de estudio, casi en paralelo a sus investigaciones académicas centradas en
literatura regional. La CNU y la Triple A ya acechaban y, una vez instaurada la
dictadura militar, perdió a una de sus hijas (en pareja con Jorge Moura,
hermano de los fundadores de Virus, también desaparecido), otra de ellas pasó
casi una década detenida ilegalmente, y otro partió al exilio. Allí Reyna
conformó Familiares de Detenidos Desaparecidos y Presos por Razones Políticas
en La Plata, se sumó a Madres de Plaza de Mayo y representó a Argentina en
FEDEFAM (Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos
Desaparecidos).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Concluyó sus
días en casitas humildes de barrios alejados del centro platense, rodeada de
nietos, mascotas, plantas y bibliotecas. Murió en 2001, a los 87 años.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Florencia Báez
se sirvió de un profundo trabajo de investigación en archivos varios y
recolección de testimonios (compañeros de trabajo y de militancia, hijos,
nietos, amigos y más) para reconstruir, desde diferentes registros, esa vida
dedicada a la lucha contra las injusticas, una inteligente interpretación de la
realidad y contribuciones intelectuales (llegó a conocer a Idea Vilariño y a
Gabriela Mistral). La de Reyna, una de esas existencias no tan anónimas que
flotan en la historia contemporánea y que es necesario rescatar a la hora de
reconstruir memoria colectiva y cultura general.<o:p></o:p></span></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-24485356054913319562021-06-27T14:26:00.000-07:002021-06-27T14:26:09.748-07:00Forn, esa pileta inmensa<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Escribo esto al calor de la tristeza –porque en la tristeza suele
anidar también la calidez-, de la noticia recién conocida. Se nos fue Juan
Forn.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Lo conocí como lector (¿habrá manera mejor?) allá en los ’90, con ese
impresionante libro que es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nadar de noche</i>.
Guardo las marcas con lápiz de la primera lectura del cuento que da título al
volumen –breve, certero, emotivo, daga en el pecho, efectivo como pocos– y de
la clase imperecedera de relato largo que es “El borde peligroso de las cosas”.
¿Vieron alguna vez entrar y salir a un narrador de esa manera? Véanlo, está
ahí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Pasé por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Puras mentiras</i> y
alguna que otra de sus novelas, pero fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">María
Domecq</i>, relato mítico familiar por excelencia, la que, como suele decirse,
me partió la cabeza: “Cuando terminé <i style="mso-bidi-font-style: normal;">María
Domecq</i>, que era un libro en el que me quería quedar a vivir”, me contó en
una entrevista que hicimos vía telefónica en plena pandemia, él y su verborragia
inigualable desde Gesell, “me di cuenta de que lo tenía que soltar. Así que,
cuando lo solté, tenía una depre tremenda, y además sentía que no tenía ningún
interés en escribir narrativa y no sabía dónde meterme”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Y donde se metió fue en Los Viernes –así, con mayúsculas–, las
columnas de P12 en las que inventó un género nuevo donde caben la biografía, la
autobiografía, la crónica, la sociología, el artículo periodístico y la
Historia atravesados por fabulosas vidas célebres y anónimas. ¿Se podía hacer
buena literatura con personajes reales? Claro que se podía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Cada viernes amanecíamos –y las tostadas con queso, como nosotros,
sabrán que ya no lo haremos- famélicos de sus columnas como quien aguarda el
sermón de la montaña. Con el desayuno nomás entraba la magia de esa caterva de
personajes inolvidables sostenidas por una sola cualidad: la voz única de los
que saben escribir porque antes supieron ser mejores lectores. Ahora, como dijo
mi amigo Germán Jorge, los viernes serán apenas un día más en la semana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">El año pasado, desde Fundación La Balandra armamos un ciclo de
lectura a partir de sus columnas. </span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Serguei Dovlatov, Danilo Kis, Joseph Brodsky, Dubravka Ugresic, Boris
Pilniak, esos rusos y europeos del Este que tanto lo convocaban. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">El ciclo cerró con una charla en vivo con Juan. De fondo, la luz del
atardecer marino. Más acá, él, su mate, su vicio y su voz. “Yo uso la
literatura como campo de experimentación antes de probar las cosas en la vida”,
dijo, entre risas. “Basta que digas que una cosa no se puede hacer en
literatura para que encuentres que alguien la hizo o la va a hacer en algún
momento”, dijo, también, y: “La vida la entendés mirando para atrás, el
problema es que hay que vivirla mirando para adelante”. Y: “Piglia me dijo una
vez: 'el criterio como lector es selectivo, el criterio como editor es aglutinante’”.
Forn había partido al medio la historia de la edición argentina de los ’90 con
la colección Biblioteca del Sur de Planeta, y volvió al ruedo con los
raros-peinados-nuevos-y-viejos que es Rara Avis de Tusquets. Cuando Piglia
murió, Forn escribió una columna titulada “El escritor que enseñaba a leer”.
Esa máxima le cabe a él también, ineludiblemente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Es difícil escribir sobre la muerte de los seres queridos. Forn no
lo era para mí, apenas si lo oí cuarenta minutos por teléfono y dos horas por
videoconferencia, pero fue, sí, un escritor querido, y eso a veces es mucho más
que una cara conocida en la cena de Navidad o Año Nuevo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Como dijo alguien por ahí, por escribir tanto y tan bien le ganó
tiempo a la muerte, como Jaromir Hladík, aquel personaje de “El milagro secreto”
de Borges que, frente al pelotón de fusilamiento, logra detener el tiempo para terminar
su obra inconclusa. O como en aquel cuento suyo, cuando el hijo le pregunta a
su padre muerto:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">“– ¿Y cómo es? -dijo él.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">El padre desvió los ojos y miró la pileta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">-Como nadar de noche -dijo. Y las ondulaciones de la luz se
reflejaron en su cara. -Como nadar de noche, en una pileta inmensa, sin
cansarse.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR">Forn se fue el día del padre. El destino, a veces, se gasta unos
fichines con los elegidos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-AR"><o:p> </o:p></span></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-20589435687992314822021-05-27T20:38:00.001-07:002021-05-27T20:38:49.656-07:00Entrevista a Hernán Ronsino<p><span lang="ES-AR" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p><span style="font-family: arial;"><span lang="ES-AR" style="text-align: justify;">Su Chivilcoy
natal –una ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires, rodeada por
ríos y pura pampa- se coló hondo en su obra, tanto en la trilogía novelística
que componen <i>La descomposición</i>, <i>Glaxo</i> y <i>Lumbre</i> (2007, 2009 y 2013 respectivamente, editados por Eterna
Cadencia, en las que reinciden personajes como Pajarito Lernú, Abelardo Kieffer
o el Bicho Souza), como en los artículos y ensayos de <i>Notas de campo</i> (</span><span lang="ES-AR" style="text-align: justify;">Excursiones, 2017)</span><span lang="ES-AR" style="text-align: justify;">. Títulos
que se suman a los tempranos cuentos de <i>Te
vomitaré de mi boca</i> (2003) y su última novela, <i>Cameron</i> (Eterna Cadencia, 2018). “</span><span lang="ES-MX" style="text-align: justify;">La cartografía de un territorio es la columna que vertebra una lengua</span><span lang="ES-AR" style="text-align: justify;">”, señala Hernán Ronsino, “esa cosa de silencio, de hipocresía, pero
al mismo tiempo de rumor continuo. Cómo se construyen los relatos en ese
entramado pueblerino, un entramado denso”.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: arial;">El pandémico 2020
le trajo el Premio Anna Seghers, dotado de 12.500 euros, que distingue anualmente
tanto a un autor de lengua alemana como a uno latinoamericano. “Escribir es
inventar una lengua que se camufla, que muta en busca de su propio brillo.
Escribir es habitar una lengua en tránsito”, escribió en su discurso de
aceptación.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: arial;">Actualmente ejerce
como docente de Sociología en la UBA y da talleres de escritura “enfocados al
acompañamiento de un proceso de escritura, lo que se conoce como clínica de
obra”, además de, confiesa, trabajar en una novela -la historia de un pianista-
que se llamará <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Una música</i>.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Tanto en la trilogía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Descomposición-Glaxo-Lumbre</i>
como en tu libro de ensayos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Notas de
campo</i> está muy presente la noción de pueblo, en el sentido de ciudad de
provincia. Podemos hablar de Briante, de Conti, de Castillo, de Dal Masetto,
muchos más. Incluso de Piglia con su Bolívar. Parece haberte marcado mucho esa
noción.</span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">-En esta tradición que mencionás, y que es tan central en mi formación,
la cartografía de un territorio es la columna que vertebra una lengua. O, se
podría pensar también de un modo inverso, que es la lengua la que vertebra el
espacio imaginario. Me gusta que esa tensión no esté resuelta. Que se suceda
una especie de dialéctica permanente entre territorio y lengua. Con respecto a
esto, hay una cita de Bruno Schultz que me impresionó mucho cuando la leí en su
cuento y que la retomo en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Notas de campo</i>:
</span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES;">“Mi padre conservaba en el
cajón inferior de su amplio escritorio un hermoso plano antiguo de nuestra
ciudad”. Es la primera frase de “La calle de los cocodrilos”. Un cuento donde
la presencia de ese mapa de la ciudad le permite al narrador explorar
–imaginariamente o, mejor, en esa zona de imprecisión que domina el universo de
Schultz– una calle. “Era evidente que el cartógrafo se había negado a recorrer
esta zona como parte legítima de la ciudad”, dice Schulz. Me gusta pensar que
la escritura es lo más parecido a imaginar y explorar mapas ilegítimos, zonas
olvidadas. Y concretamente es</span><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> en el territorio de
la oralidad marginal, orillera del pueblo, donde me interesa buscar una
poética: una lengua que se presenta erosionada. Hay palabras “mal dichas”, hay
“una lengua malhablada” que circula por los márgenes. Es esa lengua la que me
interesa. Hay una anécdota en torno a esto: por ejemplo, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lumbre</i> aparece un capítulo que se llama
Paráiso. Durante mucho tiempo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lumbre</i>
se iba a llamar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paráiso</i>. Luego quedó
como capítulo de la novela. Pero lo que me interesa de esa palabra es recuperar
un modo viejo y rural de nombrar a un árbol que se llama paraíso. El paráiso es
la manera popular o “malhablada” de nombrarlo. En esa acentuación corrida,
desfasada está filtrándose la lengua erosionada que me interesa rescatar como
poética.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Si bien sos mayormente novelista, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Notas
de campo</i> te animaste al ensayo breve. Por ahí andan Sarmiento, Hernández,
Martínez Estrada, Saer, Piglia, los viajes, la lengua, el oficio de la
escritura. ¿Cómo se gestó ese breve volumen?</span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">-Notas de campo</span></i><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> reúne una serie de artículos y ensayos que
fui escribiendo en distintas épocas para revistas, blogs, congresos literarios
y antologías. Surgieron de un modo disperso, pero los integra, creo, un eje en
común que tiene que ver con los temas y autores que reaparecen en mi escritura.
La editorial Excursiones tiene una colección de ensayos muy bonita y fue muy
lindo poder participar del catálogo que están armando en donde cada libro va
acompañado, en su diseño estético, por la obra de un pintor contemporáneo. En el
caso de mi libro se trata de Tulio de Sagastizabal.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Me gustaría que ahondes en la relación entre Sarmiento y Chivilcoy, que
describís en ese libro.</span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">-Hay una larga y
compleja historia entre Sarmiento y Chivilcoy que a mí me interesa mucho. Y
también por la forma en que se manifestó esa relación tanto en algunos lugares
de la ciudad como en la manera de evocar su historia. Me refiero al libro que
cuenta la historia de Chivilcoy, escrito por Mauricio Birabent (el padre de
Moris, el abuelo de Antonio), que se llama <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
pueblo de Sarmiento</i>. Sarmiento, cuando pasa por Chivilcoy con el Ejército
grande, queda fascinado con la zona y luchará, primero, por una ley de tierras
con la que se terminará con la ley de enfiteusis y después, como presidente,
tomará el modelo productivo que surge de esa distribución de tierras en
pequeñas granjas (el modelo de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">farmers</i>
norteamericanos) para proponer un proyecto utópico (otro más en Sarmiento) para
ocupar la pampa. Por eso Sarmiento se enfrenta a la lógica de la concentración
oligárquica de las tierras con el modelo de Chivilcoy. Y de ahí surge, en su
discurso de asunción como presidente, que propone “Hacer cien Chivilcoy”. Es
decir, una distribución productiva de la tierra contra la lógica de la concentración.
Claramente ese proyecto va a fracasar con la oligarquía que triunfa a fines del
siglo XIX.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por eso Sarmiento está muy
pegado a la identidad del pueblo. Pero hay otros que cuestionan a Sarmiento
porque se lo confunde con el fundador del pueblo, cuando el fundador fue Rosas,
que creó el partido. Chivilcoy lleva las tres grandes marcas del siglo XIX:
Rosas, Sarmiento y el nombre mapuche. Con Gerardo Panero hicimos un documental
en donde leemos críticamente el libro de Birabent, que se puede ver acá: </span><span lang="ES-AR"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=6AFLBz0FKDk&t=395s"><span style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">https://www.youtube.com/watch?v=6AFLBz0FKDk&t=395s</span></a></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-¿Cómo se dio lo del Premio Anna Seghers 2020? ¿Podrías contar de qué
consta, cuál es su tradición?</span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-El premio Anna
Seghers se entrega en homenaje a la autora alemana, una de las grandes autoras
del siglo XX que sufrió la persecución del nazismo y tuvo que exiliarse a
México. Después de la guerra volvió a Alemania y se transformó en una gran
referente intelectual de la RDA. Antes de morir dejó explicitado que con el
dinero de sus derechos de autor se hiciera un premio destinado a “los nuevos
autores” tanto en lengua alemana como autores de América latina, en gratitud
por la manera en que fue recibida en México. De modo que es un premio anual,
que se entrega desde hace varios años: lo han ganado Pedro Lemebel, Gioconda Belli,
Fabián Casas, Lina Meruane y tantos más. Así que estoy muy feliz con ese
reconocimiento.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Tu novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cameron</i>, si no me
equivoco, la escribiste en el exterior.</span></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: arial;">-Después de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lumbre</i> sentí que necesitaba otro aire,
diría. Y había algunas líneas abiertas, a su vez, en esa novela que me
interesaban profundizar. Me refiero a los diarios de Pajarito Lernú que
aparecen en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lumbre</i>. Esas historias
que rompen con el tono que predomina en la novela. Algo de esa irrupción, del
extrañamiento de esas historias que suceden en zonas de una Europa fantasmal es
el antecedente que le abre las puertas a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cameron</i>.
De modo que si bien <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cameron</i> se materializó
en el extrañamiento que sentía al estar en el extranjero (la escribí en Zúrich)
y rodeado por un paisaje que no me era familiar (el duro invierno suizo) retomó
muchas de las líneas que se abrieron, como fisura, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lumbre</i>. Por eso, también, me permití jugar con la aparición de
Pajarito en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cameron</i>. Porque no hay <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cameron</i> sin esos cuadernos de Pajarito.
Y teniendo en cuenta un relato de mi primer libro de cuentos en el que aparece
una obra de teatro escrita por el propio Pajarito, la presencia fantasmal de
Pajarito en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cameron</i> la pienso como
eco de sus cuadernos: ¿y si <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cameron</i>
es una historia escrita por el propio Pajarito, si es parte de esos cuadernos
que no aparecen en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lumbre</i>? Preguntas
con las que me gusta jugar y armar posibles conexiones.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Publicaste un libro de cuento, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Te
vomitaré de mi boca</i>, y recuerdo haber leído alguno que otro que se publicó
en el suplemento Verano/12 de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página/12</i>.
¿Seguís cultivando el género cuento?</span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Ese primer libro
que salió en 2003 fue un intento por tantear y explorar un territorio. Es una
maniobra de preparación, podría decir. Hay algunos cuentos de ese libro que
rescataría. Después de eso vinieron las novelas. Y las ideas que aparecían para
escribir cuentos se fueron enredando en las novelas. Pero, de todos modos, tengo
varios cuentos que escribí y, es cierto, algunos salieron en Verano/12. El
último que escribí se llama “Los ladrones”. Cada tanto vuelvo al cuento pero
siento que el espacio de la novela es el que más me gusta habitar.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Me gustaría que contaras aquella anécdota sobre la poetisa apócrifa
chivilcoyana que inventaste.</span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: arial;">-Cuando empecé a
escribir había conseguido un espacio en un suplemento dedicado a la juventud en
el diario local. Ahí escribía de cine, de libros, de rock. Y una vez le hice un
homenaje a una poeta local que había sido asesinada por anarquistas a
principios del siglo XX. Muchos años después supe que una persona muy
apasionada por la historia local le dedica cada año en su programa de radio un
homenaje a la poeta asesinada. El dato que explica todo esto es que la historia
de la poeta la inventé y entonces cada año el tipo homenajea a una poeta
inventada. Fue algo muy impresionante.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-9300675299183031982021-05-20T18:00:00.004-07:002021-05-20T18:00:58.600-07:00Ensayos breves sobre Ricardo Piglia<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNUcNNewR5ITxmqrXbV94kmNWbFVmcQZd5lnP7OcUZ_nvIv1iPl3C_SrdaGeLBgorK-5ovnTpRHZWt8Kc_BQgLBH2bOeCZPEZ998ZYajBNCkls_56GA1Qv2NQRuTsCEkM3U6FuN6aA7xck/s362/rp.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="359" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNUcNNewR5ITxmqrXbV94kmNWbFVmcQZd5lnP7OcUZ_nvIv1iPl3C_SrdaGeLBgorK-5ovnTpRHZWt8Kc_BQgLBH2bOeCZPEZ998ZYajBNCkls_56GA1Qv2NQRuTsCEkM3U6FuN6aA7xck/s320/rp.webp" /></a></div><br /><p><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">I<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Al
rescate de los escritores norteamericanos<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">A fines de
2016, casi en paralelo con el tomo II de sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diarios</i>, Ricardo Piglia publicó en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tenemos Las Máquinas</i>, pequeña editorial independiente de, por
entonces, sólo cinco años de vida, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritores
norteamericanos</i>, una serie de notas escritas allá por 1967, pensadas en su
momento para acompañar una selección de cuentos que editó Tiempo Contemporáneo
bajo el pulso de Jorge Álvarez y Pirí Lugones (alias de Susana Lugones Aguirre,
nieta del poeta Leopoldo Lugones, asesinada por la última dictadura militar).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">“Mi
entusiasmo por la narrativa norteamericana, comprendo ahora, fue una reacción
frente a la influencia de Borges y Cortázar, que hacían estragos entre los
escritores de mi generación”, confiesa Piglia en la Nota a la edición. “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La invasión</i>, mi primer libro de cuentos,
publicado también ese año 1967, tiene, creo, la marca de esas lecturas”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-El libro
surgió como un ofrecimiento de Ricardo –cuenta Julieta Mortati, directora de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tenemos Las Máquinas</i>-. Él conocía la
editorial y yo trabajaba como asistente suya. Como él dice en el libro,
escribió esos perfiles como prólogos a la antología <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crónicas de Norteamérica</i>, y para esta edición decidió sumarle el
artículo “Cuentos policiales norteamericanos”, que también había editado con
Jorge Álvarez. Para el prólogo armó una secuencia de notas del diario y le sumó
otras nuevas. El libro finalmente terminó saliendo en diciembre, con el
reciente triunfo de Trump, en una tapa rojo Mao.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Mortati se
refiere a la mítica Serie Negra, dirigida por Piglia, que incluyó a autores
como Dashiell Hammett, Raymond Chandler, David Goodis y Horace McCoy. Las
entradas, por su parte, pertenecen a las de 1967, pero se le anexaron dos
nuevas: una de 2015, otra de 2016. Escribe Piglia: “Transcribo aquí los apuntes
de mi diario, donde anotaba la marcha del trabajo y sus condiciones materiales.
Espero que el interesado o precavido lector encuentre ahí el clima de esos
tiempos a la vez alegres y fervorosos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Escritores norteamericanos</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"> está
compuesto, básicamente, por pequeñas biografías trabajadas por el bisturí de la
palabra y atravesadas por la estructura -no el tono- de aquellos prólogos de
prólogos de Borges; reseña bibliográfica a la vez que crítica literaria. </span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-US;">Ahí
se congregan Faulkner, Fitzgerlad, Hemingway, Updike y Capote con Sherwood
Anderson, James Purdy, Ring Lardner y Erskine Caldwell. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Resulta
extraño, sí, atenerse a la lectura de un texto que referencia pero no incluye
la obra literaria del autor citado. Pero eso, en algún momento, deja de
extrañar: cada nota de Piglia es, de todos modos, una pequeña clase de
literatura en sí misma.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">II<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Los
apócrifos<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">En la
página 111 del tomo II de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los diarios de
Emilio Renzi</i> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los años felices</i>),
en una entrada perteneciente al año 1969, se lee: “‘Sólo se pierde lo que
realmente no se ha tenido’, Borges. Usaré esta cita como epígrafe de mi próximo
libro”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Martes
30 de marzo de 1971</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">: “Nostalgia sólo con entrever siluetas vagas
por las calles de la ciudad donde estuve, recordar un pasado borroso, añorar lo
que imagino haber vivido; inversión de la frase de Borges que usaré en mi
novela: sólo se pierde lo que nunca se ha tenido”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Trescientas páginas más
adelante, en una entrada de 1975, Piglia aclara: “Colocaré una frase de Borges
al frente de mi libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nombre falso</i>
pero se la atribuiré a Roberto Arlt: ‘Sólo se pierde lo que realmente no se ha
tenido’. La frase no hace más que sintetizar lo que es para mí el ‘tema’
central de ese libro: las pérdidas”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">El
epígrafe de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nombre falso</i>, segundo
libro de cuentos de Piglia, editado en ese mismo año, es esa misma frase, y
atribuida a Arlt. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Piglia,
como se ve, la utilizó, pero de manera apócrifa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">“Estoy
seguro de que es lo mejor que he escrito. Tal vez pienso así porque lo escribí
con la certeza de que por primera vez había logrado percibir lo que realmente
se veía del otro lado de la ventana”, escribió en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nota preliminar</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">También
escribió acerca de “Las actas del juicio”, que integra ese tomo: “He escrito
muchos cuentos pero éste me parece el mejor”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lo que podría sintetizar este gesto literario (tan
borgeano, por cierto) de las atribuciones erróneas, es una idea que viene desde
los orígenes de la literatura argentina y que linkea con lo que el propio
Piglia escribiría en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración
artificial</i>, publicada en 1980:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“La primera página del Facundo: texto fundador de la
literatura argentina. ¿Qué hay ahí? dice Renzi. Una frase en francés: así
empieza. Como si dijéramos la literatura argentina se inicia con una frase
escrita en francés: On ne tue point les idées (aprendida por todos nosotros en
la escuela, ya traducida) (...) Pero resulta que esa frase escrita por
Sarmiento (Las ideas no se matan, en la escuela) y que ya es de él para
nosotros, no es de él, es una cita. Sarmiento escribe entonces en francés una cita
que atribuye a Fourtol (...) Sarmiento se equivoca. La frase no es de Fourtol,
es de Volney. O sea, dice Renzi, que la literatura argentina se inicia con una
frase escrita en francés, que es una cita falsa, equivocada. Sarmiento cita
mal”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Más abajo:
“Ahí está la primera de las líneas que constituyen la ficción de Borges: textos
que son cadenas de citas fraguadas, apócrifas, falsas, desviadas”. Página y
media después: “El que abre, el que inaugura, es Roberto Arlt. Arlt empieza de
nuevo: es el único escritor verdaderamente moderno que produjo la literatura
argentina del siglo XX.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">La
literatura como robo, copia, apropiación, homenaje, plagio. La ficción como
cita de la historia, la historia como un montaje de textos en presente
continuo; una cita es un nombre falso o una respiración artificial, porque en
ese texto respiramos a través de otros, falsamente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Piglia,
podría decirse, no sólo pone a Borges a clausurar el siglo XIX (“Borges es
anacrónico”; “clausura por medio de la parodia la línea de la erudición
cosmopolita y fraudulenta que define y domina gran parte de la literatura
argentina del XIX”) y a Arlt a abrir las puertas del siglo XX, sino que, con su
propio encadenamiento de citas apócrifas, esa “atribución errónea” de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nombre falso</i>, clausura el siglo XX y
abre las puertas a lo que vendrá.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">III<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">De
acá a la China<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Mónica Lou
Yu vive en Beijing, es Doctora en Literatura, Profesora de la Universidad de
Estudios Extranjeros de Beijing, secretaria general de la Asociación China de
Estudios de la Literatura Española, Portuguesa y Latinoamericana, y cofundadora
e investigadora de la Comunidad de Estudios Chinos y Latinoamericanos (CECLA).
Fue profesora visitante en la Universidad Autónoma de Madrid en 2006 y 2007, e
investigadora visitante en El Colegio de México en 2012 y 2013. Uno de sus
profesores le anexó el toque latino a su nombre. Su tesis doctoral fue sobre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>, novela que, al
momento de esta entrevista, se estaba terminando de traducir al español.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-¿Cómo
ha trabajado los diferentes planos de la novela, que es narrativa, epistolar,
histórica, de crítica literaria y hasta filosófica?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;">Respiración
artificial</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"> es una novela muy compleja. Mi
tesis doctoral se concentra en el uso del género policial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-Respiración artificial</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"> fue publicada durante la dictadura. ¿Ha tenido
que estudiar esos años de la historia argentina?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;">Claro que sí. La primera vez que leí la novela no me gustó, porque no
conocía la historia de aquellos años. Más tarde, después de leer materiales
sobre la época, releí la novela y me gustó mucho. Un artículo que escribí hace
poco será parte de un libro que va a publicar su versión en castellano en Chile
y su versión en chino en China, ahí cuento sobre mi historia con Ricardo
Piglia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-¿Se
introdujo en los textos teóricos de Piglia o en sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diarios</i> para cotejarlos con la novela?</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;">-Me han servido mucho sus textos teóricos al investigar la novela, por
ejemplo, La historia A y B (la visible y la escondida) de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">“Tesis
sobre el cuento”</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;">, el lector como detective, etc.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-Respiración artificial</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"> comienza con una pregunta fundamental: “¿Hay
una historia?”. ¿Qué sigue después de esa pregunta?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;">Una búsqueda interminable de la historia y la Historia. La historia de
Maggi, de Ossorio, de Argentina, del pasado y del futuro, y también de la
verdadera historia que quiere contar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración
artificial</i>. Después de la pregunta “¿Hay una historia?” hay otras preguntas
tales como “¿Hay una verdad? ¿Qué es la verdadera historia? ¿Cómo contar esta
historia en una época que no se puede contarla?”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;">-¿Cuál ha sido la principal dificultad a la hora de
traducir esta obra?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;">-Los personajes y acontecimientos que son familiares para los lectores
argentinos, pero son desconocidos para los lectores chinos. Tengo que poner
algunas notas para facilitar la lectura a los chinos. Intento que sean pocas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-¿Podría
narrar su encuentro con Ricardo Piglia y cuál fue su primer contacto con él?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">En
mayo de 2015, después de entregar mi tesis <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estudio
de la narrativa policíaca de Ricardo Piglia basado en la novela Respiración
artificial</i>, le escribí el primer correo. Aún recuerdo con claridad cómo
latía mi corazón al leer su email, ya que no esperaba que me respondiera. Sus
palabras me conmovieron enormemente. Luego me llegó la mala noticia de su
enfermedad. Me acordé de El Senador, personaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>: “…ya no puedo escribir. Mis manos, ¿ve?,
son garras; yo soy el albatros, mi vuelo es plácido sobre las riberas del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cimetière marin</i>, pero en la altura mis
dedos se han transformado en las garras de ese pájaro que sólo puede posarse
sobre el agua, sobre la roca que sobresale en medio del océano. Ya no puedo
escribir…sólo mi voz persiste, cada vez más parecida al graznido del pájaro”.
Tengo que hacer algo por Piglia, pensé, pero, ¿cómo? Tomé la decisión de
traducir <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>,
hacer algo para que la obra de Piglia llegara a China. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-O sea que fueron varias etapas en paralelo.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-Sí. Empecé a
buscar editoriales chinas, y tres meses después recibí la llamada de Han
Huiqiang, entonces editor de Central Compilation and Translation Press, para
informarme de que había aprobado mi propuesta, y quería introducir dos novelas
de Piglia en China, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración
artificial</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El camino de Ida</i>. En
marzo de 2016, se publicó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El camino de
Ida</i>, con traducción del profesor catedrático Zhao Deming.</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: ZH-CN;"> </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">En mayo, </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: ZH-CN;">hicimos luna presentación en Beijing. Di una
charla sobre su vida y obra. </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Piglia me envió unas
palabras muy generosas por ese motivo<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i>
A partir de allí, empezamos a escribirnos con más frecuencia. Al terminar un
artículo que escribí sobre él (“¿Quién es Ricardo Piglia? ¿Qué historia hay
entre él y yo?”), se me ocurrió una idea: voy a Buenos Aires, a conocer a
Piglia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: ZH-CN;">-Y llegó a Buenos Aires...<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-Por fin, vi a
Ricardo Piglia. Me enseñó las fotos de su visita a China en 1973, me contó
sobre los encuentros con </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: ZH-CN;">los</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"> escritores</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: ZH-CN;"> chinos y las visitas en mi
país</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">, e incluso me mostró sus diarios sobre el viaje. Me
regaló un ejemplar del segundo tomo de los diarios de Emilio Renzi, que se
publican en septiembre. Durante estos 20 días, mi viaje avanzó simultáneamente
en dos mundos. Por un lado, fui averiguando y descubriendo los lugares que
aparecen constantemente en la obra pigliana, es decir, los lugares del mundo de
Renzi; por el otro, fui conociendo a familiares y amigos de Piglia, entre ellos
varios son sus investigadores o traductores, y visité la casa de Ricardo en su
ciudad natal, Adrogué, y también Mar del Plata, donde vivió varios años. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ZH-CN;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¿Quién es, para Mónica Lou Yu, Ricardo Piglia? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-En 2006, entré en
el equipo de investigación <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Narrativa del
postboom latinoamericano</i> y empecé a acercarme a la literatura argentina
dejando atrás la literatura mexicana con la que trabajaba. Estaba haciendo un
trabajo sobre la obra de Manuel Puig y su influencia en la literatura
contemporánea argentina, y encontré un artículo escrito por Ricardo Piglia, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Manuel Puig y la magia del relato</i>. Este
fue el primer texto que leí de Piglia, y<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
La Argentina en pedazos</i>, la primera obra pigliana que descubrí. Así que,
conocí primero al crítico literario Piglia en vez de al cuentista o al
novelista. (...) Leer siempre ha formado parte de mi vida, pero nunca había
pensado qué era leer hasta que me encontré con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>. Ricardo Piglia me enseñó a leer. Escribía
en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crítica y ficción</i> sobre el lector
ideal: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El lector ideal es aquel producido
por la propia obra. Una escritura también produce lectores y es así como
evoluciona la literatura. Los grandes textos son los que hacen cambiar el modo
de leer</i>. Sin duda, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración
artificial</i> es aquella obra que me cambió el modo de leer, es ese umbral que
marcó mi vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Tres años después,
volví a entrevistar a Mónica en medio de la pandemia de Covid19. Si bien la
entrevista giró casi por completo en torno al Coronavirus, no esquivamos la
oportunidad de hablar de su maestro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-La
última vez que charlamos estabas trabajando en la traducción de Respiración
artificial al chino y en un estudio sobre la narrativa de Piglia. ¿Se
publicaron finalmente, en qué condiciones? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">-Sí. Por fin los
lectores pueden leer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>
en chino. La novela se publicó en noviembre de 2019. Y mi estudio sobre la
narrativa de Piglia se publicó antes, en diciembre de 2018. Como sabemos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i> no es una novela
fácil de leer, y es aún más difícil para los lectores que no conocen mucho
sobre la historia y la literatura de Argentina. Sin embargo, siempre puede
encontrar sus lectores. En Douban, la mayor red social china en la que se
pueden compartir y calificar libros, películas y música, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i> tiene una calificación de 9.7 de un máximo
de 10 puntos. La novela no va a ser un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bestseller</i>,
pero seguro se va a convertirse en un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">longseller</i>.
Justamente muchos amigos me cuentan que están leyendo o releyendo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i> en estos días de
aislamiento. “Somos una hoja que boya en ese río y hay que saber mirar lo que
viene como si ya hubiera pasado”. “Tiempos sombríos en que los hombres parecen
necesitar un aire artificial para poder sobrevivir”. Es cierto que seguimos
viviendo en tiempos sombríos de la pandemia, pero vamos a superarlos con la
solidaridad. Cuando no podamos salir de casa, hagamos viajes con la lectura y
la reflexión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">IV<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Sobre
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los casos del comisario Croce</i><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Al pie de
la página 157 de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antología personal</i>
(Fondo de Cultura Económica, 2014) se lee: “Los tres relatos incluidos en este
apartado forman parte de una serie en preparación que tiene como protagonista
al Comisario Croce”. Esos tres relatos son “El Astrólogo”, “La música” y “La
película”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Croce
había nacido a la narrativa pigliana en la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Blanco nocturno</i> (Anagrama, 2010), policial neogauchesco al que se
referencia de manera constante en el recién editado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los casos del comisario Croce</i>, uno de los varios volúmenes que
Ricardo Piglia dejó meticulosamente pautado para su publicación póstuma.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero, ¿quién es Croce? Un hombre de campo que “anda
metido siempre en misterios y asuntos ajenos”, “el mejor investigador de estas
provincias, famoso por sus métodos nada tradicionales de descifrar los enigmas
que le planteaba la realidad”. Rastreador, con una gran capacidad de
observación, opera mediante asociaciones, se detiene en el detalle irrelevante,
combina perspicacia y coraje, “intuición poética con exactitud matemática”,
practica “el arte de la adivinación” y se hunde en la turbia realidad hasta que
(¿será así, o se tratará de uno más de sus artilugios?), huyendo de la
dictadura, se pierde en tierras uruguayas. Y el único que podía “contarlo” a
Croce es -quién si no- Emilio Renzi, fetiche de Piglia, confesor del comisario:
“Croce me contaba otro de sus casos, como si quisiera que yo los escribiera”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Plagado de intertextualidades que remiten a libros
propios y ajenos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los casos del comisario
Croce</i> pueden aludir a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los siete locos</i>
(donde, a la manera en que Borges da muerte a Fierro en “El fin”, le imagina un
final al personaje de Arlt) o a su propia “Tesis sobre el cuento”, de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Formas breves.</i> A partir de aquella
anécdota de los cuadernos de notas de Chejov -“Un hombre, en Montecarlo, va al
casino, gana un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>millón, vuelve a su
casa, se suicida”- se construye el argumento de “El jugador”, que el autor ya
había ensayado ligeramente en un pasaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
ciudad ausente</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Conjuga,
también, como en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Blanco nocturno</i>, el
policial con la gauchesca en un enigma histórico ligado a Urquiza (recordar
“Las actas del juicio”) y a un poeta asesinado luego de la Batalla de Caseros
(“La excepción”), y pone en escena a un conferencista ciego, presidente de la
Sociedad de Escritores, director de una colecciones de novelas policiales, en
una charla a la que asisten escasos espectadores: sí, en “La conferencia”,
Piglia le otorga voz, reescribe el discurso borgeano citándolo, lo ensaya.
“Croce en castellano es cruz”, le dice el viejo, “el sargento Cruz, que, como
sabemos, se jugó por el matrero y desertor Martín Fierro”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Crítica, autobiografía y ficción se dan en un cruce desde
el cual edificó gran parte de su obra. Piglia introduce en estos doce cuentos,
sobre todo en el último, “El método”, reflexiones teóricas, perlas sueltas,
miscelánea, apuntes de lo que quizás hayan sido los prototipos de textos que no
llegó a escribir, y definiciones sobre un género que cultivó como lector,
editor y escritor: “¿Expresión de qué sería el relato policial? De nuestros
temores, pero también de nuestra decisión de ser más valientes y más decididos”.
Trabajando sobre la “tradición realista del género” -según confiesa en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nota del autor</i>, la mayoría de los
argumentos “se basan en casos reales”-, encuentra los intersticios en los que
se permite dialogar no sólo con Arlt, Borges y Hernández, sino también con Poe,
Walsh y Conan Doyle. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">En los
textos reinciden espacios como el almacén de los Madariaga (mítico lugar de
encuentro socio-campero, al estilo del bar de Arispe en Briante), la pampa (“la
irritante quietud de la llanura”, “siempre igual a sí misma”: "Un lugar de
la llanura era igual a otro", al decir de Borges), los pueblos de
provincia (Olavarría, Quequén, Necochea, Azul, Pergamino, Bolívar), temáticas
como el agua (sea la laguna del pueblo donde vive Croce o el delta del Paraná),
la mujer, el lenguaje (“la cárcel del lenguaje”) y el peronismo, o conjeturas
acerca de la existencia del crimen perfecto (la utopía del género policial y
también su negación).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">“Vas a
terminar escribiendo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los casos del
comisario Croce</i>, vos”, le dice un personaje a Renzi, hacia la mitad de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Blanco nocturno</i>. “No estaría mal”, le
responde él. Bravo es el apellido de ese personaje. Bravo tenía razón. Renzi
también.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">V<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">¿Hay
una historia?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">1<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Palabras
de un amigo, no hace mucho: “No me volvió loco, ni cerca. Lo más interesante
son las charlas entre el alter-ego de Gombrowicz y el de Piglia, sobre
literatura y filosofía. Y una teoría sobre Kafka como compañero de bohemia de
Hitler. Leí algunas críticas que la ponen por las nubes y dice que es novela
policial, o que está en esa clave. Cerca del final tiene un contrapunto sobre
Arlt y Borges que es bien interesante. Y las discusiones filosóficas, algunas,
también lo son. Además de que destroza a Fattone y otros pensadores argentinos,
con mucha gracia”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Con todo
respeto, le dije a mi amigo que le faltaban, al menos, dos relecturas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">2<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Publicada
en 1980, plena dictadura militar, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración
artificial</i> se plantea contar una historia en una época en que no se la
puede contar. Si el lector opera como detective, está en ese detective-lector,
entonces, dilucidar a través de la novela qué es lo que está sucediendo a su
alrededor, si es que no lo ha visto ya. El lector producido por la propia obra,
eslabón del –aunque suene un poco prosaico- “escritor comprometido”. Piglia:
“Un libro escrito al mismo tiempo que la historia que lo ha motivado”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Estructura
fragmentada, acopio de géneros. Indicios de la “Tesis sobre el cuento” que será
publicada casi veinte años después en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Formas
breves</i>: “Un cuento siempre cuenta dos historias”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">3<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Entrada de
1975 en el tomo dos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los diarios de
Emilio Renzi</i> (Renzi, otra vez Renzi, el omnipresente): “La novela se va
armando en mi cabeza (...) Maggi escribe la biografía de un héroe desconocido
del Siglo XIX”. Ese héroe es Osorio. Faltan cinco años para que la novela se
edite.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Entradas
de 1976 en el tomo tres de los Diarios: “el escritor está obligado a descifrar
los papeles (...) que el otro ha dejado”. Ese otro es Osorio. Dirá Osorio en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>: “Hay que pasar
la tormenta. Así como viene va para largo (...) Son cínicos: mienten. Son hijos
y nietos y bisnietos de asesinos. Están orgullosos de pertenecer a esa estirpe
de criminales”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Algunas de
1980: “Quizás se pueda agregar una carta más para ampliar el panorama de Argentina
en 1976”. “He logrado escribir ciento cincuenta páginas en un mes y medio de
trabajo”. “Lo que pasó en estas semanas es lo que siempre soñé que tenía que
pasarme en la vida. Escribir una novela de la que estoy muy satisfecho”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">4<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Mónica
Lou Yu, traductora de Piglia al chino, en una entrevista reciente para La
Gaceta Literaria: “Nunca había pensado qué era leer hasta que me encontré con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>. Ricardo Piglia
me enseñó a leer. Escribió en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crítica y
ficción</i>: “El lector ideal es aquel producido por la propia obra. Una
escritura también produce lectores y es así como evoluciona la literatura”. Sin
duda, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i> es
aquella obra que me cambió el modo de leer, es ese umbral que marcó mi vida”.</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"> </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Mónica la define como “novela policíaca posmoderna”, pero, concluye,
“concentra en una sola obra varios géneros novelísticos: histórica, epistolar,
biográfica, e incluso de formación”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">5<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Subrayar
hoy es hallar mañana. Subrayados en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración
artificial</i>: “No se trata de narrar (o describir) esa otra época, ese otro
lugar, sino de construir un relato donde sólo se presenten los posibles
testimonios del futuro (...) El protagonista tendrá frente a sí papeles
escritos en aquella época futura. Un historiador que trabaja con documentos del
porvenir”. “La correspondencia es la forma utópica de la conversación porque
anula el presente y hace del futuro el único lugar posible del diálogo”.
“Escribo la primera carta del porvenir”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">6<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Diarios III:
“Productiva lectura del Facundo: el sistema de citas y referencias culturales
que viene a legalizar la enunciación. Errores, desvíos, lapsus,
contradicciones”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Respiración artificial:
“La primera página del Facundo: texto fundador de la literatura argentina. ¿Qué
hay ahí? dice Renzi. Una frase en francés: así empieza. Como si dijéramos la
literatura argentina se inicia con una frase escrita en francés: On ne tue
point les idées (aprendida por todos nosotros en la escuela, ya traducida)
(...) Pero resulta que esa frase escrita por Sarmiento (Las ideas no se matan,
en la escuela) y que ya es de él para nosotros, no es de él, es una cita.
Sarmiento escribe entonces en francés una cita que atribuye a Fourtol (...)
Sarmiento se equivoca. La frase no es de Fourtol, es de Volney. O sea, dice
Renzi, que la literatura argentina se inicia con una frase escrita en francés,
que es una cita falsa, equivocada. Sarmiento cita mal”. Más abajo: “Ahí está la
primera de las líneas que constituyen la ficción de Borges: textos que son
cadenas de citas fraguadas, apócrifas, falsas, desviadas”. Página y media
después: “El que abre, el que inaugura, es Roberto Arlt. Arlt empieza de nuevo:
es el único escritor verdaderamente moderno que produjo la literatura argentina
del siglo XX.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Idea que reaparece en
el artículo “La ex tradición” (publicado en revista en 1991): “He usado ya
alguna vez el ejemplo de Sarmiento. En la primera página de Facundo, cambia de
lengua, escribe en francés, usa una frase de Diderot (On ne tue pas les idées),
se equivoca, la cita mal, se la atribuye a Furtol y la traduce a su manera
apropiándosela (Bárbaros, las ideas no se degüellan). Esa traducción, apenas
modificada (Bárbaros, las ideas no se matan), cerró su circuito convertida en
la expresión que identifica a Sarmiento y en su frase más citada. Se ve ahí concentrado
el procedimiento de uso, adaptación, traducción, olvido, apropiación, invención
de una tradición que define una de las líneas centrales de nuestra cultura”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">¿Es de Volney o de
Diderot? Pongamos que de Diderot.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Lo mismo había hecho
Piglia en 1975, en el epígrafe que abre su cuento “Nombre falso”: “Sólo se
pierde lo que realmente no se ha tenido”. La frase es de Borges, pero Piglia se
la atribuye a Arlt.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">La literatura,
entonces, como plagio, copia y traducción (erróneas), apropiación, homenaje.
Construir sobre los desechos, los descartes, lo apócrifo, las
intertextualidades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">La ficción como cita de
la historia, la historia como un montaje de textos en presente continuo; una
cita como un nombre falso o una respiración artificial, porque en ciertos textos
respiramos a través de otros. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">7<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">La gran
tesis de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i>,
contrapunto sobre Arlt y Borges: “Borges es anacrónico”, “clausura por medio de
la parodia la línea de la erudición cosmopolita y fraudulenta que define y
domina gran parte de la literatura argentina del XIX”. “El que abre, el que
inaugura, es Roberto Arlt (...) el único escritor verdaderamente moderno que
produjo la literatura argentina del Siglo XX”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">8<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Así empieza<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Respiración artificial</i>: “¿Hay una
historia?”. Sí, la hay. Está en<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
Respiración artificial</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">VI<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Los
nombres falsos<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Uno de los
procedimientos sobre los que se ha enfocado el estudio de la obra de Ricardo
Piglia es el cruce entre novela y ensayo, o novela y crítica literaria. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración artificial</i> sea, quizás, el
temprano ápice de ese procedimiento. Pero hubo un ejercicio previo, un ensayo
para esa novela-ensayo, y fue el cuento largo o nouvelle “Nombre falso”, que
cierra el volumen homónimo, de 1975.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Ya en el
epígrafe que abre el libro se plantea la articulación entre lo auténtico y lo
apócrifo: “Sólo se pierde lo que realmente no se ha tenido”. La frase es de
Borges, pero el autor se lo atribuye a Arlt. La génesis de esa mutación puede
comprobarse en las páginas del tomo II de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
diarios de Emilio Renzi</i> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los años felices</i>):
“Colocaré una frase de Borges al frente de mi libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nombre falso</i> pero se la atribuiré a Roberto Arlt: ‘Sólo se pierde
lo que realmente no se ha tenido’. La frase no hace más que sintetizar lo que
es para mí el ‘tema’ central de ese libro: las pérdidas”. Perteneciente al
ensayo “Nueva refutación del tiempo” (de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Otras
inquisiciones</i>), es, al decir de Alan Pauls, “una de las frases más exitosas
del dispensario de aforismos borgeanos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">En ese
juego de opuestos, de la atribución errónea con propósito, se aúnan dos
corrientes que la crítica se ha encargado de agrietar, el agua y el aceite de
la literatura argentina del primer tercio del siglo XX: Boedo y Florida. La
estructura del relato es borgeana (la búsqueda y hallazgo de un manuscrito
extraviado, como punta de lanza) pero el protagonista es el mismísimo Arlt.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Lo que
sintetiza este gesto (tan borgeano, por cierto) de las atribuciones erróneas
viene desde los orígenes de la literatura argentina, y lleva a lo que el propio
Piglia escribiría en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respiración
artificial</i>, publicada cinco años después de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nombre falso</i>: “La primera página del Facundo: texto fundador de la
literatura argentina. ¿Qué hay ahí? dice Renzi. Una frase en francés: así
empieza. Como si dijéramos la literatura argentina se inicia con una frase
escrita en francés: On ne tue point les idées (aprendida por todos nosotros en
la escuela, ya traducida) (...) Pero resulta que esa frase escrita por
Sarmiento (Las ideas no se matan, en la escuela) y que ya es de él para
nosotros, no es de él, es una cita. Sarmiento escribe entonces en francés una
cita que atribuye a Fourtol (...) Sarmiento se equivoca. La frase no es de
Fourtol, es de Volney. O sea, dice Renzi, que la literatura argentina se inicia
con una frase escrita en francés, que es una cita falsa, equivocada. Sarmiento
cita mal”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">“Borges,
Sarmiento, Arlt han definido allí su identidad: la tradición perdida, la
traducción, la memoria extranjera, la cita falsa”, dirá Piglia en su ensayo
breve “La ex-tradición”. “La identidad de una cultura se define por el modo en
que usa la tradición extranjera”. Él mismo utilizaría lo utilizaría para el
Apéndice de “Nombre falso”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Las
capas de la ficción<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">La
acumulación de múltiples capas de la ficción, el texto dentro del texto,
resulta variopinto en “Nombre falso”. Lo que conduce a una multiplicidad de
interrogantes: ¿cuáles son los límites de la intertextualidad? ¿Qué es cita,
qué es plagio, qué es alusión, qué es influencia, qué es apropiación, qué es
homenaje, qué es pastiche?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Dos partes
componen el texto: “Homenaje a Roberto Arlt” y el Apéndice “Luba”. En la
primera se describe la búsqueda del relato perdido de Arlt; la segunda no es
otra cosa que la traducción o reescritura de “Las tinieblas”, relato del ruso
Leonid Andreiev, protagonizado por una prostituta y un anarquista, sujetos
hondamente arltianos, por cierto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Otra de
los enigmas es Kostia, personaje fundamental en la nouvelle, alias de Ítalo
Constantini, amigo de Arlt y de Onetti -gracias a él se conocieron-, a quien
Onetti menciona en “Semblanza de un genio rioplatense”, notable prólogo a una
de las ediciones de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los siete locos</i>.
Onetti referencia así su encuentro con Arlt, Kostia de por medio, con la
primera novela del uruguayo, aun hoy inédita, como eje del diálogo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">“-Dessime
vos, Kostia -preguntó-, ¿yo publiqué una novela este año?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">”-Ninguna.
Anunciaste. Pero no pasó nada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">”-Es por
las “Aguafuertes”, que me tienen loco. Todos los días se me aparece alguno con
un tema que me jura que es genial. Y todos son amigos del diario y ninguno sabe
que los temas de las ‘Aguafuertes” me andan buscando por la calle, o la pensión
o donde menos se imaginan. Entonces, si estás seguro que no publiqué ningún
libro este año, lo que acabo de leer es la mejor novela que se escribió en
Buenos Aires este año. Tenemos que publicarla”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">También
aparecen en “Nombre falso” el tal Rinaldi y la tal Echevarre, María del Carmen -variación
de Echevarne Angélica Inés-, ambos personajes del cuento “La loca y el relato
del crimen” (aquel con el cual Piglia ganara un concurso literario donde
Borges, Roa Bastos y Denevi eran los jurados y que le representara un viaje a
París con todo pago). “Gordo, difuso, melancólico, el traje de filafil verde
nilo flotándole en el cuerpo”, comienza “La loca y el relato del crimen”.
“Gordo, jadeante, el traje de filafil verde nilo manchado con café, ceniza y
rouge”, se lee en la nouvelle.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Y está,
también, el propio autor: “-Kostia no está -dijo”. “-Dígale que llamó Ricardo
Piglia”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">A
de Arlt, B de Borges<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Un detalle
no menor: Renzi, el personaje fetiche por excelencia (al punto que publica bajo
su nombre los tres tomos de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diarios</i>),
aparece en “Nombre falso” apenas en una nota al pie, al principio del texto; un
papel secundario en perspectiva del lugar que tomaría en la obra pigliana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Y otras
referencias borgeanas: el narrador toma apuntes en un “Cuaderno San Martín”
(tomo de poesías de 1929); se habla de “la historia de un Borgia menor” (así
como en “El gaucho invisible”, relato breve de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ciudad ausente</i> el personaje es Burgos); y traza el plan de un cuento
futuro nunca escrito: “Un hombre en la vigilia piensa bien de otro y confía en
él plenamente, pero lo inquietan sueños en que su amigo obra como un enemigo
mortal. Se revela al final que el carácter soñado es el verdadero. (En medio de
la multitud, en la jungla de la ciudad, imaginar a un hombre cuyo destino y
cuya vida están en poder de otro, como si los dos estuvieran en un desierto).”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritor fracasado</i> eso es lo
mejor que Roberto Arlt escribió en toda su vida”, arriesga el narrador de
“Nombre falso”. “La historia de un tipo que no puede escribir nada original,
que roba sin darse cuenta: así son todos los escritores en este país, así es la
literatura acá. Todo falso, falsificaciones de falsificaciones. Arlt se dio
cuenta que tenía que escribir sobre eso, metido hasta la garganta. Mire —dijo—,
haga una cosa: lea <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritor fracasado</i>.
El tipo que no puede escribir si no copia, si no falsifica, si no roba: ahí
tiene un retrato del escritor argentino. ¿A usted le parece mal? Y sin embargo
no está mal, está muy bien: se escribe desde donde se puede leer. Dostoievski
pasado por los traductores gallegos. ¿Sabe por qué era genial Arlt? Porque se
dio cuenta que ahí había un estilo. Después los boludos dicen que escribía
mal.” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Ese escritor fracasado podría ser -por qué no- Pierre Menard: aquel “que no
puede escribir nada original, que roba sin darse cuenta”; aquel que, ante esa
imposibilidad, reescribe el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Quijote</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">El
nombre final<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Arriba Piglia, entre otras tantas líneas que aquí se han dejado de lado, en
“Nombre falso”, a una teoría fantástica (fantástica por extraordinaria, no por
su género) que será fundamental en el sendero del pensamiento pigliano: el
lector-detective. “Un crítico literario es siempre, de algún modo, un
detective: persigue sobre la superficie de los textos, las huellas, los rastros
que permiten descifrar su enigma”. El lector producido por la propia obra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Si Tomás Eloy decía que en cada frase habrá un dato y en cada párrafo una
idea, cabría agregar que en Piglia, a cada argumento, le corresponde una
teoría. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">En
“Nombre falso” la escritura es un plan continuo de escritura, y no un fin en sí
mismo. Una multiplicidad de puertas abiertas que no concibe el concepto de un
único picaporte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">“Estoy
seguro de que es lo mejor que he escrito”, aventuró Piglia en la “Nota
preliminar” a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nombre falso</i>. “Tal vez
pienso así porque lo escribí con la certeza de que por primera vez había
logrado percibir lo que realmente se veía del otro lado de la ventana”. A qué
discutírselo.</span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-30453019242124431852021-04-30T18:30:00.002-07:002021-04-30T18:30:27.986-07:00Borges y Los Simpson<p><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Es una voz que
corre en reuniones de amigos, vagabundeos orales, bromas de poca monta, pero
que tiene un aire de legitimidad irrefutable: todo lo que te ha ocurrido y te
ocurra en la vida, ya ha ocurrido en Los Simpson. Por oposición, el vasto mundo
que desconoce las múltiples circunstancias de la serie, ignora las leyes del
Universo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Los medios de
comunicación, incluso, han dado con este axioma y se han volcado repetidamente
a facturar paralelismos entre hechos paradigmáticos del presente continuo y la
familia amarilla, por lo que, cada tanto, suelen encontrarse títulos como “Los
Simpson predijeron XCOSA”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Lo mismo,
podríamos arriesgar, en tren de tirar sentencias como quien arroja piedritas a
un río -el de Heráclito no sería una mala elección-, sucede con Borges: todos
los <i>temas</i> y todos los recursos para contarlos han sido ya urdidos por el
inNobel. Los que le pertenecen, los que se le atribuirán de manera apócrifa,
los que, a la manera de Kafka y sus precursores, modificarán tanto la
concepción del pasado como la del futuro.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Borges y los
Simpson. Dos líneas paralelas que se tocan; más acá, en la pantalla;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más allá, en las páginas de un libro. Los
viajes. La mentira y la traición. Los antepasados. La duplicación. La astucia.
La sustitución de identidades. Mensajes encriptados. La saga de Carl y el
traidor y el héroe, o la misma Islandia; Tom Castro y una vida prestada;
Homero, Lisa y los senderos que se bifurcan. Veamos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-AR">Carl y los
traidores</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">“He hecho no
tres viajes, sino, como diría William Morris, tres peregrinaciones a Islandia”
cuenta Borges a Osvaldo Ferrari en <i>Diálogos</i> (Seix Barral 1992). Sabemos
de su fascinación por la literatura nórdica; zoom in: por las sagas islandesas.
Según él mismo confesaría, llegó al mundo de lo escandinavo por el camino de lo
anglosajón. “En el siglo XII, los islandeses descubren la novela, el arte de
Cervantes y de Flaubert, y ese descubrimiento es tan secreto y tan estéril para
el resto del mundo, como su descubrimiento de América”, escribió en <i>Literaturas
germánicas medievales</i>.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Islandés es Carl
Carlson (“Carl es el negro, Lenny es el blanco” reza la imperecedera anotación
manuscrita en la palma de la mano de Homero). En “La Saga de Carl” (penúltimo
episodio de la vigesimocuarta temporada), Homero, Lenny, Carl y Moe ganan 200
mil dólares en la lotería semanal. Carl cobra el boleto, pero huye con el
dinero, abandonando a sus amigos. ¿Por qué, a dónde?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">A Islandia, de
donde es originario (¿un islandés de color?), a salvaguardar el honor de sus
antepasados: comprar una página perdida de la saga familiar donde se afirma que
los Carlsons eran unos bravos guerreros y no, como cree la exigua población de
la isla, cobardes que colaboraron para que los invasores bárbaros de diez
siglos atrás provocaran muerte y destrucción masiva de su pueblo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Homero, Lenny y
Moe aprenden islandés antiguo y descubren en el pergamino recuperado que los
ancestros Carlson eran “peor de lo que todos creían”: se rindieron, “dejaron
que los bárbaros entraran y se unieron al saqueo”. Así y todo, logran urdir una
trama engañosa para que la ciudad entera los perdone oficialmente.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Algo no muy
distinto le sucedería, allí cerca, en Irlanda, nueve siglos después, a Fergus
Kilpatrick, protagonista de “Tema del traidor y del héroe”. Conspirador y
capitán de conspiradores, Kilpatrick encomienda a uno de los suyos que descubra
al traidor de su causa: el traidor es el mismo Kilpatrick. Condenado a muerte,
el castigo no debe perjudicar a la patria:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">“Entonces Nolan
concibió un extraño proyecto. Irlanda Idolatraba a Kilpatrick; la más tenue
sospecha de su vileza hubiera comprometido la rebelión; Nolan propuso un plan
que hizo de la ejecución del traidor un instrumento para la emancipación de la
patria. Sugirió que el condenado muriera a manos de un asesino desconocido, en
circunstancias deliberadamente dramáticas [en un teatro, a la vista del
público, como Abraham Lincoln], que se grabaran en la imaginación popular y que
apresuraran la rebelión. Kilpatrick juró colaborar en ese proyecto, que le daba
ocasión de redimirse y que rubricaría su muerte”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Una vez
descubierta esa desagradable verdad, se decide silenciarla, de modo que no
llegue a desentrañarse lo ocurrido. Así, Kilpatrick se convierte, de algún
modo, en un Carlson.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-AR">Castro y
Skinner</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">¿Qué es una
mentira? ¿Se desactiva esa falta a la verdad cuando el receptor acepta, sin
atenuante, el mensaje del emisor?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">-Seymour, ¿eres
tú?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">-Sí, mamá, soy
yo.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">-Te ves algo
diferente. Pero debes ser Seymour. Sí, tú eres Seymour.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Tal el diálogo
entre el director de la primaria de Springfield y su tirana madre en “The
Principal and the Pauper” (“Vida prestada” para Hispanoamérica, segundo
episodio de la novena temporada), título que referencia a <i>El príncipe y el
mendigo</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">,</span> de Mark Twain
(Borges: “Mark Twain sólo es imaginable en América. No sabemos, no podremos
nunca saber, lo que América le quitó”).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Al finalizar la
guerra de Vietnam,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Skinner se había
dirigido a Springfield a comunicarle a la madre de su compañero de pelotón que
este había muerto en combate; al verla, ya vieja, solitaria y sufrida, decidió
suplantar la identidad y hacerse pasar por su hijo. Veinte años después,
mientras celebra su aniversario como director en la Escuela Primaria, reaparece
el verdadero Skinner. Allí el director admite que su verdadero nombre es Armin
Tamzarian (Armando Barreda en Hispanoamérica).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">La forma en que Tamzarian
suplanta a Skinner se da de una manera similar a la que Castro suplanta la
identidad de Tichborne en “El impostor inverosímil Tom Castro”: Roger Charles
Tichborne, militar inglés criado en Francia, había muerto en 1854 en el
naufragio del vapor Mermaid, en aguas del Atlántico. “Lady Tichborne,
horrorizada madre de Roger, rehusó creer en su muerte y publicó desconsolados
avisos en los periódicos”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Es entonces
cuando Bogle, ladero incondicional de Castro, “concibió un proyecto genial”:
“Tichborne era un esbelto caballero de aire envainado, con los rasgos agudos,
la tez morena, el pelo negro y lacio, los ojos vivos y la palabra de una
precisión ya molesta; Orton [Castro] era un palurdo desbordante, de vasto
abdomen, rasgos de una infinita vaguedad, cutis que tiraba a pecoso, pelo
ensortijado castaño, ojos dormilones y conversación ausente o borrosa. Bogle
inventó que el deber de Orton era embarcarse en el primer vapor para Europa y satisfacer
la esperanza de Lady Tichborne, declarando ser su hijo. El proyecto era de una
insensata ingeniosidad”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Aunque “catorce
años de hemisferio austral y de azar pueden cambiar a un hombre”, Bogle sabía
que “todas las similitudes logradas no harían otra cosa que destacar ciertas
diferencias inevitables. Renunció, pues, a todo parecido”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Si bien
íntimamente lo intuyen imposible, ambas madres aceptan, al fin, como sus hijos,
a perfectos desconocidos. “Por extraño que parezca, en el fondo creo que sabía
que no era su hijo, pero una mentira nos hacía más felices que la verdad”, dirá
Skinner. Claro que el espíritu que mueve a Skinner es el de la bondad, mientras
Bogle lo hace con fines lucrativos. “Perdona, Seymour”, confiesa la madre al
final del capítulo cuando su verdadero heredero es expulsado de Springfield,
“es lindo saber que estás vivo, pero no eres lo que busco como hijo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">En algunas webs
se comenta que Keeler basó el libreto en el caso Tichborne (así como Borges lo
tornó en “el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir
cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar ajenas historias”), aunque
otros fanáticos de Internet especulan que lo hizo sobre Martin Guerre, famoso
caso de sustitución de identidad de mediados del Siglo XVI, cuando un sujeto
parecido a este tal Guerre se convierte en su sosias y se hace pasar por él y
toma su vida familiar y económica y, ante el regreso del verdadero hombre,
instala un debate jurídico que, con el tiempo, llegaría a un ensayo de
Montaigne y a una novela de Alejandro Dumas y a otra novela de Janet Lewis y a una
película y a un cuento de Rubén Darío.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR">El jardín de las bifurcaciones</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Hay al menos dos
capítulos que remiten cercanamente a Lönnrot y Scharlach. En el primero
(Intercambio de palabras; sexto episodio de la vigésima temporada), Lisa se
hace fanática de los crucigramas. Luego de uno de sus clásicos
distanciamientos, Homero ordena las pistas de un crucigrama (el del NY Times)
para emitir mensajes ocultos y pedirle perdón a su hija. Este recurso ya había
sido utilizado en Mi madre la robacoches (segundo episodio de la decimoquinta
temporada), en el que aparece por segunda vez la efímera y siempre al margen de
la ley Mona, madre de Homero. Escondido en un artículo titulado "La pizza
más grande del mundo", habita un mensaje secreto de ella, que los llevará
a encontrarse. Sobre el final, luego de un accidente en el que Mona parece
haber muerto, Homero da con otro artículo, que en la primera letra de cada fila
dice IMOK (“I'm OK”). Sin embargo, el hijo se pierde de algunas pistas: donde
su madre le detalla que ha escapado del ómnibus antes de que este se estrellara
y ha huido de la ciudad en automóvil.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">Ambos, podríamos
sospechar, guardan vagas relaciones con “El jardín de senderos que se bifurcan”,
donde el detective “no logró impedir el último crimen, pero es indiscutible que
lo previó”. Lisa y Homero sí pudieron interpretar aquella cifra secreta. No
como Lönnrot, que apenas llegó a articular sólo tres de las cuatro (esa era la
cifra: cuatro) letras del nombre.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR">“‘Tlön, Uqbar,
Orbis Tertius’, aquel gran cuento de Jorge Luis Borges, tan cómodo y práctico
de citar para cualquier cosa, como si se tratara de un igualmente práctico y
cómodo y citable episodio de Los Simpson”, escribió alguna vez Fresán. “Un
hincha en serio no tiene otra opción que decir, cada dos por tres: ‘boludo, ya
lo decía Borges’, y poner cara de barrabrava”. Esa es de Casciari. Los Simpson
a la televisión lo que a Borges “La Biblioteca de Babel”. Todo cabe ahí. Todos
los libros posibles, todas la vidas. El Universo entero. El infinito. Todo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><br /></span></p>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-80007964097350754912020-08-04T19:45:00.000-07:002020-08-04T19:45:50.089-07:00Milonga de la pandemia<div style="text-align: center;"><font face="arial"><br /></font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">Nadie previó esta milonga</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">quedamos todos en orsay</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">es que vacuna aun no hay</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">y se instaló la pandemia</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">ahora se van pal Uruguay </font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">y no creen en la academia.</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial"><br /></font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">Hablás con uno: no entendés</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">anda a saber lo que dijo</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">estaba justo con barbijo</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">porque es así, taza taza</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">el virus nos tiene de hijos</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">y cada cual a su casa.</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial"><br /></font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">Hay que andar a los ponchazos</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">hay que usar mucho alcohol en gel</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">ni siquiera el gran Horangel</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">se vio venir este papo</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">ir al chino no es un vergel</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">te podés comer un sapo.</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial"><br /></font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">Así es este candombe</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">habrá nomás que apechugar</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">que si el mundo se va a acabar</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">en medio de esta poronga</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">nos agarren ganas de cantar</font></div><div style="text-align: center;"><font face="arial">y bailar una milonga.</font></div><div style="text-align: center;"><br /></div>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-10415944616573908392020-06-16T16:50:00.002-07:002020-06-16T16:50:51.076-07:00Diálogo con mi perra acerca de la cuarentena<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-No aguanto más –dice ella, desperezándose-.
Se me hacen largos los días acá adentro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Te entiendo –anticipo, como para
apaciguar a la fiera, si bien sé de antemano que no dará mucho resultado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Aunque te quiera a vos, aunque
quiera a los pibes, me guste estar con ustedes, se me hacen largos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Claro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-La cocina, el comedor, la puerta
del baño durante el día y la tarde –sigue-, el solcito del patio a la siesta, la
cucha al anochecer, el sillón por la noche. Siento que las geografías se me
repiten, que todo concluye en un círculo infinito.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Te entiendo –repito, y no puedo
evitar acompañarla en el desasosiego. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Te acordás cómo me llamo, no?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
“¿Cómo no me voy a acordar, si lo
repito mil veces al día?”, mascullo para mis adentros.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Y te acordás por qué me llamo
así? –insiste ella sobre lo consabido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Esca, por es-callejera –defino, llevando
el dialogo a la tercera persona, como si fuera el Diego.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Imaginate, entonces –y ahí sí, se
lanza:- Imaginate lo que es para nosotros –y ahora es ella la que lo lleva a la
tercera persona pero del plural, metiendo en la charla a los suyos- salir a
caminar, a trotar, a correr, oler los olores de otros, buscar a escondidas ese
resquicio en el cantero de un vecino, hincar las ancas, nosotras, levantar las
patas, ellos, dejar el desperdicio por el que algún anónimo maldecirá al pisarlo.
Olernos el culo, en definitiva –y en sus ojos adivino el pedido de clemencia
por las formas vulgares del lenguaje que acaba de utilizar y por la problemática
civil que acarrea la acción última que acaba de describir-. Caminar,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>trotar, correr –repite-, vivir la adrenalina
de cruzar una calle con la conciencia de nuestro propio peligro, sentirnos
libres de toda libertad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Te entiendo –insisto, y en el
pecho se me abre un surco nada fácil de soslayar. Y comprendo que lo mejor es
cambiar de tema: -Te puse alimento, comé, me tiro en el sillón a mirar una
serie de Netflix, te espero ahí para hacernos unos mimos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Y la veo enderezar, cabizbaja,
meditabunda, hacia el lavadero, en busca de su sustento alimenticio.<o:p></o:p></div>
<br />epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-79741935780022536102020-05-19T09:31:00.000-07:002020-05-19T09:31:07.162-07:00El viaje inmóvil de Héctor Levin (cuarto -y último- día)<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cuarto día <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Héctor Levin se siente caer en
picada. El repunte de la tarde anterior aparenta ser sólo un alto en su sinuoso
e invariable camino hacia la fiebre, a la que se le han agregado, ahora, la
congestión nasal y un intenso dolor de garganta, como si en vez de saliva lo
que tragara constantemente fuera un mazo de espinas. Las juntas de las cortinas
dejan entrever, al fin, una mañana soleada, fosforescente. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
La sábana húmeda por la
transpiración, la vista nublada, logra enfocar en el teclado del teléfono el
doble cero y avisa a recepción que tampoco hoy bajará. El conserje le da los
buenos días, pregunta cómo se siente y anuncia que en breve se le acercará el
desayuno. Y es el mismo conserje, esta vez, barbijo en boca, guante en mano, quien
le acerca un nuevo té con tostadas. Sus ojos ya no son de cuis, sino de lince.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Discúlpeme, señor Levin, pero no
se lo ve nada bien. Si usted lo desea, puedo pedir ayuda médica al pueblo.
Aunque, quien sabe qué diría Hipócrates, ¿no?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Héctor Levin no responde; se
detiene en su propio silencio, en la fiebre que lo empantana y en esos ojos que
antes eran de cuis y ahora son de lince y en esa boca que se mueve lánguida, perezosa,
como un lobo de mar que se despereza en la costa al amanecer. Por enésima vez,
no comprende lo que ese hombre dice. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Antes de emitir una pregunta o responder
cosa alguna, el conserje ya ha salido de la habitación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Antes del mediodía suena el
teléfono. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Señor Levin.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Es el conserje.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Ajá.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Acabo de hablar con la clínica.
La ambulancia llegará en unas dos horas. Ha dejado de llover, por lo que calculan
que la ruta se encuentra transitable. Tendrán que hacerlo con precaución, pero
llegarán. Con su permiso, creo haber tomado la decisión más acertada. No se
preocupe, haremos todo lo posible para que esté bien. Es una mañana hermosa, señor
Levin. Descanse.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Dos horas después, Héctor Levin
levita en su estado febril cuando ve entrar en la habitación a una mujer y un
hombre: visten mamelucos que les cubren el cuerpo desde los pies hasta el
cuello, barbijos, guantes y una máscara transparente por encima de la cara.
Empujan una camilla.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Todo se desliza con sencillez, sucede
como dentro de un sueño o de una nube que naufraga muy por encima de las demás
después de una tormenta. Mientras lo pasan a la camilla ve de reojo que alguien
recoge sus cosas: el jean y la camisa de las perchas, los bermudas y la remera
gris del primer cajón, la pequeña valija. Pide, por favor, que le alcancen el
libro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Lo conoce? –llega a preguntarle
al conserje, señalándolo sobre su pecho, antes de que lo suban a la ambulancia.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Claro que lo conozco, es un muy
buen libro. Llévelo, nomás. Obsequio de la casa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Alguien cierra la puerta,
arrancan. La arboleda que rodea al hotel se abrevia en pocos segundos a través
de la ventanilla. Héctor Levin se da cuenta de que no ha podido despedirse de
John Turturro ni de Gilda ni de la pareja, se pregunta si algún día podrá
volver a ese hotel para, aunque más no sea, debatir con el conserje acerca de
aquel libro, y, antes de quedarse dormido, con el runrún del motor como música de
fondo, intenta recordar si es que ha hecho o no aquella llamada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-50618281649872887542020-05-17T10:13:00.001-07:002020-05-19T09:31:24.165-07:00El viaje inmóvil de Héctor Levin (Tercer día)<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Tercer día<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
La exigua claridad que atravesaba
el ventanal hizo estragos en los ojos recién despabilados. El edredón estaba
más revuelto que de costumbre, como si por la noche hubiese luchado a ciegas
contra un ente desconocido. Sentía dos agujas detrás de las pupilas y los
párpados le pesaban como cemento; un cansancio innominado le invadía las
piernas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Primero atribuyó el malestar a
los efectos del whisky de la noche anterior, pero no alcanzó a convencerse con
sus propios argumentos. “Fiebre, debo estar engripado”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Pensó en pedir un termómetro a
recepción, pero se abstuvo. ¿Qué rumiarían los otros huéspedes, el hombre con
ojos de cuis, la camarera y la cocinera, a las que apenas había cruzado por
azar un par de veces en los pasillos o en el hall, ante ese pedido? ¿Un simple
resfrío podría desencadenar un pandemónium en ese pequeño hotel abandonado del
mundo? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
“Esperemos”, se dijo, “confiemos
en que sea un simple resfrío”, sin saber por qué llevaba al plural sus
reflexiones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Llamó a recepción, arguyó
malestar estomacal y pidió le alcanzaran el desayuno a la cama: té y tostadas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Los efectos del santo bebedor
–clausuró el diálogo el conserje, con tono cómplice.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Luego de desayunar, en el sopor
de la duermevela, tuvo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una pesadilla.
Llegaba a rescatarlo al hotel un biciscafo conducido por un hombre vestido
completamente de negro. Su piel era pálida, usaba el pelo cortado al ras y
tenía los ojos de un gris profundo, anestésico. Pedaleaba con parsimonia y
constancia. Él lo veía, envuelto por la precaria luz del amanecer, arribar
hasta el sendero cercado por las farolas. En silencio, el hombre lo invitaba a
subir, giraban y emprendían el regreso. Él sacaba un celular del bolsillo de la
campera y aclaraba que tenía que hacer un llamado; el hombre lo observaba,
imperturbable, con sus ojos grises, hasta que lo empujaba con un simple
manotazo fuera del batiscafo, de cara a ese gran lago azul amorronado en que se
había convertido el parque. Era despertarse para espantarla y que la pesadilla
regresara una vez que Héctor Levin volvía a dormirse: el biciscafo, el hombre
vestido de negro, sus ojos gris profundo, el gran lago de aguas azul
amorronado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Hacia el mediodía sintió que su
cuerpo le pedía no moverse. Las agujas seguían ahí, la fatiga general. Ya no
necesitaba termómetro, era indiscutible que tenía temperatura. No le bastaba
correr las cortinas para intuir que lloviznaba, ya sin truenos ni ráfagas de
viento. Avisó que no bajaría al almorzar y aceptó que le trajeran un sándwich
de jamón y queso con agua mineral.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Mientras esperaba la comida
volvió sobre el tema de la estadía. ¿Bajo qué condiciones comerciales le
cobrarían lo que consumiera? Sus argumentos, si de lo que se trataba era de
convencer a aquel hombre con ojos de cuis, le sonaban artificiales,
insuficientes: no tenía efectivo y no tenía, tampoco, forma de conseguirlo de
inmediato, al menos hasta que regresara a la ciudad. Si en la tarde se sintiera
mejor, emprendería esa tarea. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Pasado el mediodía golpearon la
puerta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Pase –gritó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Era la cocinera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Estaba muy bien el desayuno –se
adelantó Héctor Levin.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Qué bueno. Aquí le dejo lo suyo.
¿Cómo se siente?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Cómo se siente?</i> ¿Qué sabe, por qué me lo pregunta?”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Mucho mejor, gracias. Creo que
es algo pasajero: la lluvia, la humedad, el encierro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Que lo disfrute, cualquier
cosita nos llama.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
La vio salir, envuelta en su
guardapolvo blanco, guantes y barbijos. ¿Era más bella que Gilda? Por supuesto
que no. ¿Era tan deseable como ella? Claro que sí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Mientras comía se preguntó qué
estaría haciendo el resto de los huéspedes. Si Turturro se habría acercado a
Gilda, si ya habrían parlamentado con sus cuerpos, envueltos en la profilaxis
de sus indumentarias, o seguirían ahí, mesa de por medio, respetando la
distancia obligatoria, dilatando los corceles del deseo. O si la pareja habría
logrado establecer un dialogo sugestivo, confidencial, si esa mujer sonreiría y
ese hombre podría creer en lo que tenía y no en lo que buscaba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
A l terminar el sándwich desistió
de leer; se cubrió hasta el cuello e imploró que no regresasen el biciscafo, ni
el hombre de ojos grises, ni ese inmenso lago azul amarronado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Después de una extensa siesta se
sintió mejor. Llamó a recepción y pidió que le trajeran una botella de agua
mineral de litro y repitieran lo del desayuno. Apareció la misma mujer, pero en
esta ocasión fue más parca y distante. Héctor Levin prendió el televisor y vio
un documental sobre los sonidos del mar en lo profundo. “El agua, siempre el
agua”, se dijo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Retomó el libro: “El
lenguaje es fuga constante; salta, corta, esquiva. Es a la vez el tifón que
topa de frente y el muro que sostiene la espalda; la traición y el amparo, la
espera y el abandono. No sólo las voces que clausuran la noche, sino además las
que persisten en la madrugada, cuando todo es silencio”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Al atardecer volvió a llamar a
recepción y comunicó que se sentía mejor pero que estaba inapetente, que no era
necesario que le trajeran la cena.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Los extrañamos por acá abajo
–templó el conserje-. Me alegro de su mejoría. Que tenga buenas noches.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Con la última gota de voluntad
que le quedaba se quitó el pantalón, el calzoncillo, puso la almohada de manera
perpendicular a la cabecera y encontró en sus propias manos lo que le hubiese
gustado encontrar en las de Gilda.<o:p></o:p></div>
<br />epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-62215109897229731052020-05-13T07:15:00.000-07:002020-05-13T07:15:42.497-07:00El viaje inmóvil de Héctor Levin (segundo día)<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Segundo día<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Soñó con una lluvia interminable,
con un engendro gigante e invisible, gelatinoso, que llegaba desde un punto indefinido
y lo abrazaba hasta absorberlo. Cómo pude verlo en el sueño, pensó, ya con los
ojos abiertos, desenredándose de las sábanas, cómo pude verlo si era invisible.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
El viento tañía los árboles y acompañaba
la suave percusión de las gotas sobre el vidrio. Cada tanto, el detonar de los
truenos actuaba de contraste rítmico. El viso opaco, ceniciento, de la mañana
se colaba por las hendijas como una acuarela desteñida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
En calzoncillo descorrió las
cortinas. Algo azul, amorronado, el reflejo de algo azul y amorronado se le
coló en las pupilas. De los juegos para niños sobrevivían, apenas, los caños superiores,
y los troncos de la cafetería parecían haberse convertido en un dique de contención
para los embates de la correntada. Ese reflejo azul, amarronado, era el agua, el
río que se venía, que acortaba distancias. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Bajó con el barbijo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Mientras esperaba el té con
tostadas se dedicó a mirar alternadamente el gris blancuzco de la mañana
encapotada -recordó lo que había leído minutos antes en aquel libro, que los
esquimales podían distinguir hasta treinta tipos diferente de blanco- y a los
huéspedes. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Cada tanto se observaban entre
ellos, como en la escena final de la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El bueno, el malo y el feo</i>, pero en silencio, sin embarcarse en acercamientos.
Se preguntó en que pisos estarían, qué número de habitaciones ocuparían, de
donde vendrían, qué los habría hecho llegar hasta ahí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
(Se permitió imaginar: ella
habría viajado para encontrarse, en secreto, con el amor de su vida, pero él no
había podido arribar por la pandemia o la inundación; él pertenecería a una
prestigiosa empresa de hidrocarburos, andaría en busca de terrenos para
establecer una planta de procesado y distribución, sus hijos lo esperarían,
allá en el hogar, confundidos entre la tristeza de un padre ausente y la
promesa de regalos asombrosos; la pareja habría emprendido esa excursión con el
fin de reconstruir lo que no tenía más sobrevida que un gorrión o una mariposa.
¿Pertenecerían a alguno de ellos las figuras de aquel encuentro furtivo que se
besaban y frotaban junto a las hamacas la mañana anterior?)<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Al regresar a la habitación
volvió a preguntarse quién habría dejado ese el libro ahí, por qué, cuándo.
Leyó, ya bajo el edredón: “Criptomnesia es un fenómeno ilusorio de la memoria;
ocurre cuando se recupera algo que está almacenado pero no se lo experimenta
como un recuerdo, sino como la sensación de tener una idea nueva, original,
fruto de la propia inventiva o la inspiración. En verdad, esa idea entró,
tiempo atrás, a través de las palabras de otros, aunque al presente se hayan
borrado el emisor y el contexto. Puede considerárselo una forma involuntaria
del plagio”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Cómo le va? –preguntó el
conserje<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Bien, bien.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Y? ¿Qué tal? –sus ojos de cuis
buscaban ajustarse a los párpados. – ¿Interesante?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
El barbijo atenuaba la voz, no
dejaba que las palabras se desprendieran con naturalidad de la boca.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Qué cosa?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-El libro –y lo señaló, como si
acabase de descubrirlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Sí... es... interesante. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Cada libro lo es a su manera,
¿no? Al leer suspendemos la incredulidad. Es lo que dicen, al menos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Héctor Levin seguía sin entender
de qué hablaba aquel hombre<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Disculpe, no me haga caso. Debo
hablar, tome asiento, por favor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Fue hasta su mesa y vio cómo el
conserje se colocaba detrás de la barra, agradecía que siguiesen respetando la
distancia y el uso de barbijos, se disculpaba por tener que reducir la oferta
culinaria, ya que, por las lluvias, se hacía difícil el arribo de los proveedores
al hotel, e invitaba a que disfrutasen, dentro de lo posible, de la estadía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-La puta que lo parió –oyó Héctor
Levin-. Encima del virus de mierda este, la inundación. -Era el hombre de la
pareja; su esposa lo miraba con desgano, como si no lo conociera o como si lo
conociera pero no le importase. -No podemos tener más mufa. Si íbamos a
Copacabana prohibían las playas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Tranquilo, Mario.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Tranquilo? ¿Qué mierda vamos a
hacer en este hotel? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Mientras comía los tallarines,
Héctor Levin volvió al hombre y a la mujer que estaban solos. Él iba vestido de
con un estilo muy similar al suyo: pantalones de hilo color crema, camisa
mangas cortas a cuadros, zapatillas de tenis; su piel parecía más rozagante.
Ella apenas aspiraba a jugar al trompo, hacía girar, una y otra vez sobre el
mantel, la caja de cigarrillos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Les puso nombre. El hombre
solitario sería John Turturro, por su aire al actor, y la mujer solitaria se
llamaría Gilda, por su aspecto de santa redimida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
La tarde, después de una siesta austera,
tuvo, en un principio, el mismo aroma a recreo que la tarde anterior.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Caminó descalzo sobre la
alfombra, incluso hizo flexiones de brazos y ejercicios para las abdominales y
hasta algunas posturas de yoga. Se duchó, se observó desnudo frente al espejo,
se recortó la barba. Prendió el televisor, hizo zapping. Oyó sobre la ardua
tarea que debían enfrentar las autoridades de la región para luchar contra el
doble flagelo de la pandemia y las inundaciones, sin omitir, claro, el riesgo
de dengue, ya que los insectos proliferarían por el exceso de agua en la zona.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Apagó el televisor. Lo aburría.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Tendría que hacer esa llamada.
Fuera entonces, al otro día, cuando todo terminase. No podía irse de ahí sin
hacerla. Tendría, también, que hablar con el conserje, revisar las condiciones
del alojamiento, hasta qué punto el gobierno o la empresa se harían cargo de su
situación y la de los demás. De fondo se dilataba el invariable chapoteo de la
lluvia contra el ventanal. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Decidió aplazarlo y volver la lectura.
No siguió el orden: abrió una página al azar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
“Si el pasado sucedió, ya no es;
el futuro no es todavía; el presente es ese algo que oscila entre dos cosas que
no son. Vivimos en un continuo, tomando al mundo que conocemos como parte del recuerdo
y viendo al mundo que nos espera como una incógnita”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Durante la cena prestó menos
atención a los mecanismos con que se desenvolvían los demás huéspedes y eligió
distraerse viendo el reflejo de la luna sobre el oleaje del agua que ya había ganado
buena parte del parque, el diseño cuadriculado de los manteles, la exagerada
decoración de la sala de estar, el sinuoso andar de la cocinera entre las mesas
al servir los platos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Antes de subir se acercó a
recepción.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Disculpe, me gustaría tomar un
whisky.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Cómo no, ya se lo sirvo
–respondió el conserje, expeditivo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-No, pero... no acá. Me gustaría,
si fuera posible... llevarlo a la habitación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Por supuesto. Ya se lo sirvo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-No, no. tampoco. Disculpe, no me
di a entender. Quisiera... la botella.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Bueno, no veo inconvenientes,
sólo que... la oferta es exigua. ¿Me aguarda un momento?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Sí, claro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
El hombre regresó con una botella
envuelta en una servilleta y una hielera llena de cubos de hielo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Aquí está.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Muchas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gracias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Lo pongo en su cuenta?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Eh... sí... sí...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Bueno, al menos no se sentirá
solo esta noche. Y de paso alimenta al santo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Santo?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-El santo bebedor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Perdón?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Ha leído a Roth?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
¿Qué Roth?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Joseph. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-No. No.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Estaba pronto a irse, pero el
conserje continuó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Le ha resultado interesante el libro?
Me refiero al que me mostró hoy a la mañana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Sí, sí... ¿por qué?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Curiosidad, nada más. Que tenga
buenas noches. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Mientras esperaba el ascensor vio
que el hombre y la mujer aún estaban en el salón, cada uno en su mesa. Bien hubiese
podido, de quererlo, acercarse a uno o a otro, invitarlos a beber, a conversar.
¿Querría Gilda cruzar unas palabras con él, si lo intentase, o se le habría
anticipado John Turturro?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-88951470287925182932020-05-08T14:01:00.000-07:002020-05-08T14:01:35.792-07:00El viaje inmóvil de Héctor Levin (primer día)<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Primer día<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-No va a poder ser, señor. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Cómo?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Que no voy a poder hacerle el
checkout. El pueblo está aislado por esto de la pandemia. Se enteró, ¿no? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Héctor Levin miró al conserje, buscando
una respuesta no ya en sus palabras, sino en el fondo oscuro de sus ojos
marrones, que lo miraban como miraría un cuis o un gato cansado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Sí, claro. –Dejó la pequeña valija
en el piso. –Una pregunta. ¿El baño? Para no tener que... volver a la habitación...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Sube por la escalera que está más
allá de los ascensores. En el entrepiso, segunda puerta a la izquierda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Gracias. Ya vengo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
De cara al mingitorio, meditó
acerca de aquel absurdo: había elegido ese hotel porque estaba alejado de la
ciudad, de cualquier ciudad, y más aún de la que él quería alejarse, y ahora
era él el que era obligado a apartarse de cualquier ciudad, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>incluso del mundo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Volvió a la recepción, enfrentó
al conserje con ojos de cuis.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Y cómo vamos a hacer? Me
refiero a...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-El hotel le asegura el
alojamiento hasta que sepamos qué medidas se pueden tomar. Luego veremos las
condiciones. Vivimos en el reino de lo incierto. En verdad, podríamos decir que
la situación se modifica pero la incertidumbre es la misma desde la antigüedad
hasta hoy, aunque esa es otra pandemia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Cómo?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Nada. No me haga caso. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-¿Puedo volver a tomar la misma
habitación, entonces?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Por supuesto –dijo el conserje-.
¿404?- y le devolvió la llave electrónica. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Esa mañana había guardado todo de
manera metódica, ordenada, en la valija, había evitado una vez más aquel
llamado telefónico y se había dispuesto a salir de la habitación no sin antes
contemplar, nuevamente, como en una película inmóvil, el paisaje desde la
ventana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Corrió las cortinas, se quedó con
la imagen del parque, allá abajo, los juegos para niños, la cafetería de
troncos, las copas de los altos árboles cegando, o dejando entrever, a la
distancia, la visión del cauce del río bajo un cielo encapotado que prometía
lluvias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
No supo si era algo que había
visto al levantarse, o era una imagen que arrastraba desde el sueño, pero en
una ráfaga volvieron las figuras de la mujer y del hombre, ahí, juntos frente a
las hamacas: se besaban, se chupaban, refregaban sus cuerpos, pero no estaban
desnudos, sino vestidos. Lo que lamían, lo que chupaban, lo que besaban, antes
de acceder a la piel, manto distante, era la ropa del otro. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
“Amor con la indumentaria es
profilaxis”, pensó ahora Héctor Levin, sonriendo para sí mismo, mientras
revolvía los vestigios de esa ensoñación y colgaba, otra vez, el jean y la
camisa en las perchas, doblaba los bermudas y la remera gris y las guardaba en
el primer cajón. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Había comenzado a llover cuando <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llamó el conserje.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Buenos días, señor Levin. Le
informamos que el desayuno, el almuerzo y la cena se servirán respetando el
horario acordado previamente, pero con una mesa de por medio, para mantener una
prudente distancia. Somos apenas ocho personas en el hotel, por lo cual confío
en que la convivencia se dará de manera ordenada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Héctor Levin escuchaba con
atención las indicaciones, tratando de memorizarlo todo al mismo tiempo que el
hombre ofrecía los detalles.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Perfecto. Gracias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Vio cómo es, las reglas deben
respetarse.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Las reglas, claro –confirmó Levin<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Es cierto es que habría que
preguntarse también por qué existen las reglas y para qué, y por qué esas y no
otras, pero esa ya sería otra cuestión, ¿no? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-Claro. –Se quedó con la vista
fija en el mullido edredón color crema de la cama doble plaza. –Claro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
-En todo caso, ponga el canal
local, ahí van a dar a conocer las noticias. Que tenga un buen día.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Almorzó tarde, solo, viendo
llover desde la galería de la planta baja, y se durmió con el rumor del viento
sobre los árboles y el crepitar de la lluvia incesante contra los ventanales. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Al atardecer se preparó un café
en la pequeña <i style="mso-bidi-font-style: normal;">kitchinet</i> de la
habitación, se dedicó a caminar descalzo por la alfombra, el dulce roce de la
pelusa sobre la planta de los pies. La lluvia continuaba allá afuera, nublando
con levedad <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la esfera campestre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Abrió y cerró los cajones de la
mesa de luz, revisó placares, reordenó la ropa, husmeó en el fondo del pequeño
vanitory. En la canasta reservada para las revistas encontró un libro. Se
preguntó quién lo habría dejado ahí. ¿Un cliente anterior, la mucama, el mismo conserje?
¿Olvido, intención? Abrió una página al azar, dio con un capítulo titulado
“Duda”.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Leyó tendido, vestido,
descalzo, sobre el edredón color crema, hasta la hora de la cena. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Cuando estuvieron todos en la sala,
el conserje se paró detrás de la barra, repasó algunas de las múltiples
zozobras que la pandemia provocaba al mundo entero, y les recordó que debían
colocarse mesa de por medio, a no menos de dos metros de distancia, y que tardarían
más de lo habitual en cumplir con ciertos servicios, ya que, como empleados,
apenas quedaban él y las dos mujeres de cocina y limpieza, los cuales debían
higienizar con esmero cada uno de los elementos que utilizasen para no exponer
a la clientela a posibles contagios.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Por último, guante en mano, dejó
en cada mesa un recipiente con alcohol en gel y les entregó un barbijo para que
utilizasen al salir de las habitaciones. Enseguida, la cocinera, una mujer
extremadamente flaca, comenzó a servir los platos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
El resto de los huéspedes se
dividían entre un hombre y una mujer, ambos solos, y una pareja. Más que en la mujer
sola, que hubiera sido un hipotético estímulo para no pasar en soledad las
noches que le quedaban por delante, o en el hombre, con el que, le llamo la
atención, compartían un notorio parecido facial, Héctor Levin centró su
atención en el funcionamiento de la pareja.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
Él comía con fruición, hachando con
atropello la carne, mientras ella lo hacía con una delicadeza extraordinaria;
un par de veces la mujer había intentado promover una conversación, a lo que él
había respondido con vagas onomatopeyas o indisimulado desinterés; ella bebía
vino blanco con hielo, él, agua saborizada; él empujaba los bocados con pan, ella
juntaba sus manos bajo la barbilla cuando no las tenía ocupadas en los
cubiertos. Ni bien terminaron de comer, higienizaron sus manos con alcohol en
gel, se colocaron el barbijo y subieron a su habitación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
El hombre solo hizo lo propio.
Héctor Levin lo vio abandonar el comedor, se observó a sí mismo en el espejo de
pie que estaba junto a la barra y dudó del parecido que había creído encontrar
en un principio. La mujer encendió un cigarrillo y salió a fumar a la galería.
La lluvia de fondo, y las sombras que proyectaban las farolas del camino de
entrada, le daban a la escena un aire de film <i style="mso-bidi-font-style: normal;">noir</i>. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“¿Estará sola?”, se preguntó, antes de
arrastrar la silla hacia atrás y buscar la entrada magnética en el bolsillo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-8085206716042734282020-04-20T10:18:00.000-07:002020-04-20T10:18:20.041-07:00Diario de cuarentena (día 25 a 29)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA VEINTICINCO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las versiones en video del Diario de cuarentena a cargo de
Andrés. Tercera y cuarta entrega:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=zACM-uh2ass&t=65s">https://www.youtube.com/watch?v=zACM-uh2ass&t=65s</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=bN2ytYpE4pE&t=9s">https://www.youtube.com/watch?v=bN2ytYpE4pE&t=9s</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Anoche película en Fox: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Life:
vida inteligente</i>. En una estación aeroespacial aparece una forma de vida
alienígena proveniente de Marte. La tripulación entra en ¡cuarentena! Spoiled:
obviamente, mueren todos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Acá estamos, esperando el segundo semestre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las versiones en video del Diario de cuarentena a cargo de
Andrés. Quinta y sexta entrega:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=aIasMwjRKB8&t=2s">https://www.youtube.com/watch?v=aIasMwjRKB8&t=2s</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=gA6RSXID43w">https://www.youtube.com/watch?v=gA6RSXID43w</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Escribí y publiqué esta nota en La Gaceta Literaria, acerca
de cómo diferentes escritores dejan sus testimonios sobre la pandemia:<br />
<a href="https://www.lagaceta.com.ar/nota/840663/la-gaceta-literaria/pandemia-diario.html">https://www.lagaceta.com.ar/nota/840663/la-gaceta-literaria/pandemia-diario.html</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">He hecho videollamadas con amigos con los que no hablaba
hacía años. Aguante la cuarentena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy cosí un pantalón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA <o:p></o:p>VEINTISÉIS</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Covid19 es un invento del Diego para que se suspenda el
fútbol y Gimnasia no descienda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Blade Runner</i>. 1
hora 25 minutos: “Produjo un virus tan letal que el sujeto no sobrevivió”. Año 1982.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Leonard Cohen, “The future”:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Devuélveme mi noche
rota,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">mi habitación de
espejos, mi vida secreta;<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">esto es muy solitario<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(...)<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Devuélveme el Muro de
Berlín,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">dame Stalin y San
Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">He visto el futuro,
hermano:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">es un crimen.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(...)<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">He visto las naciones
levantarse y caer,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">he oído sus
historias, las he oído todas,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">pero el amor es el
único motor de supervivencia.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(...)<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El antiguo código
occidental<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">saltará en pedazos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De pronto, estallará
tu vida privada.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Habrás fantasmas,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">habrá fuegos en la
carretera,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">y el hombre blanco
bailando.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(...)<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las cosas van a
deslizarse en todas direcciones,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">no habrá nada,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">nada que puedas
volver a medir.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La ventisca del mundo<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">ha cruzado el umbral<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">y ha volcado la orden
del alma.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando dijeron:
“Arrepiéntete”,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">me pregunto a qué se
referían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tenía (casi) terminados tres libros a principios de 2020.
Con lo que le espera a la industria editorial después del ciclo 2015-2019 y en
la era del pos-coronavirus, voy a poner los derechos de autor a nombre de mis
nietos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Creo que sobrellevan mejor la cuarentena aquellos que tienen
vida interior, que saben repensarse en la soledad, que no necesitan de un Otro
para ser, que pueden crear y recrearse en el ambiente que los contiene. Suena
muy al pavote de Luis María Domínguez, pero algo de eso hay.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA VEINTISIETE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“Tenés que hacer algo con esto”, me dice un amigo respecto
del Diario de Cuarentena. “Lo estoy haciendo”, le respondo, “molesto a la gente
enviándolo por Whatsapp”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Contrapunto por Whatsapp con un amigo. Ahijuna, los gauchos
ya no son lo que eran:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">I<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No es gaucho el que
se entromete<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">pero esta vez va de
regalao,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¡¿A quién se le
ocurre hacer un asao<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">acompañao por pan de
pebete?!<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">II<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Acá me pongo a cantar<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">mientras preparo el
asado<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">que no sea de
extrañar<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">que el pan sea de
salvado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Elpoetadelagacetilla siempre fue colectivo, comunitario, una
voz a muchas voces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Veladuras</i>, de
María Teresa Andruetto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La naturaleza, el espacio del que venimos y al que queremos
volver, las artes manuales, la crianza y la herencia, la sangre y el nombre, la
tristeza y la locura. La salud que viene sola al encontrarnos con lo que somos.
El paisaje, Jujuy, el cerro. La voz, la forma, la incomparable escritura de la
Tere.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA VEINTIOCHO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Enésima vez que pierdo el orden de los días en relación del
Diario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si nuestra casa hoy hubiese sido el núcleo duro de la CIA,
invadíamos Laos, Albania, Reino Unido, Costa Rica y los Estados Federados de
Micronesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Definitivamente la cuarentena implica un cambio de hábitos:
decidí que las papas ya no debían vivir en el cajón de la verdura de la
heladera sino en una modesta caja de cartón en el lavadero. Ellas dirán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con Andrés y Vera inventamos el Chancletball, o tenis-chancleta.
No hace falta mucha imaginación para adivinar cuáles son los dos elementos
básicos para el desarrollo de esta nueva disciplina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En vez de regresar a los ámbitos naturales, cosa que
necesitaría el ser humano, el encierro obligatorio lo está alejando de ellos.
Seguiremos retrocediendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mekong - Paraná</i>. Hermoso
documental sobre una comunidad laosiana en la ciudad de Santa Fe<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6060">https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6060</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA VEINTINUEVE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Está decidido: al cumplirse el mes, este Diario dejará de
publicarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llenamos un balde, sacamos un par de cañas y tiramos las
líneas sobre esa agua estancada. Los tres primeros segundos fueron de un
extremo contacto con la ficción, a la vez que transportación a un escenario
imaginario, anhelado. Luego, lo meramente lúdico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“Como persona que trabaja con el lenguaje debería colaborar
en la discusión pública. Pensando, escribiendo, interpretando. Pero cada día
que pasa, pensar en esta pandemia se convierte en una neblina pesada (...) Me
rebelo ante esta demanda de productividad cuando sólo siento desconcierto.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mariana Enríquez. “La ansiedad”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.pagina12.com.ar/260465-la-ansiedad">https://www.pagina12.com.ar/260465-la-ansiedad</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La escritura sin la experiencia frente al mundo no existe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hemingway fue su apotegma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Borges, su antagonismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nos cuesta escribir porque no podemos respirar el mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Necesitamos respirar el mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No nos basta esta cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Columna de Martín Kohan al respecto:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.perfil.com/noticias/columnistas/que-lea-el-que-pueda.phtml?rd=1">https://www.perfil.com/noticias/columnistas/que-lea-el-que-pueda.phtml?rd=1</a><span class="MsoHyperlink"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Niebla, neblina,
lluvia, bruma. Todo es lejano, vagamente irreal. Vidrio sucio, cubiertos por la
luz amarillenta. Nublando el aire, un vapor tenue. Los árboles eran manchas
borrosas. Una bruma serena que parecía licuarse contra el horizonte. En la sala
la luz es blanca, todo parece flotar en una neblina suave. En la calle el aire
está sucio, licuado en una niebla turbia<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Piglia en “El fin de viaje”. Nosotros en estos días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Regreso a Coronel
Vallejos</i>, sobre Manuel Puig. Impresionante documental<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://play.cine.ar/INCAA/produccion/5221">https://play.cine.ar/INCAA/produccion/5221</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Windows me dice: ningún elemento coincide con el criterio de
búsqueda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tamos en igualdad de condiciones, Windows. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Oigo de refilón que me habla Valeria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-¿Qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-Nada. Estaba puteando al coronavirus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caronavirus, según Vera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El cuento que nunca escribimos con Germán:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un hombre queda varado en una ciudad, en la que se encuentra
de paso, cuando se declara la cuarentena, lo que le impide volver a su hogar.
En medio, comienza a llover indefinidamente y se produce una inundación, por lo
cual el aislamiento se vuelve doble. Se llama Héctor Levin y es viajante o
periodista gráfico o cineasta o huye de algo que no sabemos (tampoco sabemos si
lo sabe él). A través de la ventana oye el sonido del viento sobre los árboles,
ve entrar el sol y crecer las aguas. Mira televisión y lee un libro que acaba
de encontrar en la mesita de luz. Con la única persona con la que habla es con
el conserje. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Comienza con un diálogo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-No va a poder ser, don. Ya no hay quien traiga el diario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">(A partir de aquí, el
Diario se seguirá escribiendo, pero no publicando. Desconocemos por ahora cuánto
más durará la cuarentena.)<o:p></o:p></i></div>
<br />epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-20730493781806186862020-04-14T10:22:00.001-07:002020-04-14T10:22:52.865-07:00Diario de cuarentena (día 22 a 24)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
DÍA VEINTIDÓS<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lectura de cuentos de Piglia y Sasturain para el Taller. Juegos
con los niños, que pasan de la más absoluta felicidad al más difuso de los
conflictos. En el patio pongo reggae y bailo: “¿cómo podés bailar en este
momento?”, me pregunta Valeria. El reggae regocija el espíritu y eso se
traslada al cuerpo, le digo, nada más. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Es que no necesitamos líquido para naufragar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En Netflix: “El otro hermano”, versión de la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bajo este sol tremendo</i>, de Busqued. Tan
oscura como el libro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La imposibilidad del Diario de abarcar la realidad
cotidiana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Al anochecer, sigue el bailongo: El General, Antonio Ríos,
Ráfaga, Los Charros, Los Palmeras, Gilda. ¡A todo sabor!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=SKApmMcKkhk">https://www.youtube.com/watch?v=SKApmMcKkhk</a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Muy buenos los Podcast de Tomás Pérez Vizzón sobre el
Covid19. Elijo este de loa cambios en la naturaleza frente a la pandemia. Es que
no venimos de otro lugar sino de ese: la naturaleza.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="http://www.revistaanfibia.com/podcast/">http://www.revistaanfibia.com/podcast/</a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Vera: “Papá, ¿te acordás de los Reyes Magos?”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Papá: “Sí, hija, me acuerdo.”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Qué bueno que no haya emoticones en el Word.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿Se acuerdan de cuando estaba de moda decir que “los que
viven en las grandes ciudades están muy solos aunque estén rodeados de gente”?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El espermatozoide de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todo
lo que usted quiso saber sobre el sexo y no se atrevió a preguntar</i> sí que
sabía de los peligros de salir:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=wCbSCvJoHx8&t=285s">https://www.youtube.com/watch?v=wCbSCvJoHx8&t=285s</a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
DÍA VEINTITRÉS<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Cumpleaños de Andrés. No se trabaja en el Diario.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
DÍA VEINTICUATRO<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ídolos populares que no podrán salvarnos de la pandemia:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-El Chapulín Colorado<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-El guachito Gil y la difunta Correa (por su condición de
ruteros y la consecuente prohibición de movilizarnos hasta sus centros de
operaciones)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Ignatius J. Reilly<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-El negro del Whatsapp<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Pepe Sánchez (el de la historieta, no el basquetbolista)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-John Lennon (razones obvias)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Terminator (bah, no sé, según, porque como es metálico capaz
que no se agarraría la cosa esta)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
(Alguien me propone a Pancho Sierra. No es mala idea.)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Vera, mañana hay que levantarse más temprano.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-¿Para qué?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Angustia significa angosto, que es como vivimos ahora, de
manera angosta. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Nunca fui un dotado de la moda, pero los atuendos que he
improvisado estos días son dignos de Dude Lebowski.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ahora el barbijo. Siento que estoy desafiando los delicados límites
de la estética.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-46066696331601304192020-04-10T21:30:00.000-07:002020-04-10T21:30:39.246-07:00Diario de cuarentena (día 19 a 21)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA DIECINUEVE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Día de listas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Grandes momentos históricos que me han tocado vivir (en
orden cronológico):<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-El regreso de la democracia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-El Mundial 86<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-La caída del Muro (no recuerdo nada)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-El cambio de milenio<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-La caída de las Torres Gemelas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-La crisis de 2001<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-La final en Madrid<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-Covid19<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Agregue aquí usted, lector, los suyos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Generala. Escondida. Globo. Fútbol (con pelota de tenis).
Carioca. Música. Circuitos de actividad física. Dibujo y pintura. Ladrillos de
encaje. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya lo dijo San Martín: Serás lúdico, o no serás nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Consumo cultural de estos dieciocho días:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">--Lecturas:<br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los tigres de la memoria</i>, de Juan
Carlos Martelli<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">El amigo de Baudelaire</i>,
de Andrés Rivera<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diarios</i>, de
Abelardo Castillo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">--Documentales:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Entre gatos
universalmente pardos</i>, sobre Salvador Benesdra (excelente)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">Birth of the cool</span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">, sobre Miles Davis (bueno)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Miguel Abuelo Et Nada</i>
(regular)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">--Series:<br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poco ortodoxa</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Robotech</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">VECINO: ¡Hola, Mari!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">AUDIO DE TELÉFONO: Hola, cómo te va.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">VECINO: Mari, ¿Osvaldo está en tu casa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">AUDIO DE TELÉFONO: ¿Ahora? Creería que no. Debe estar en el
negocio, pero el negocio está cerrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA VEINTE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Veinte. ¡Veinte!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“¿Qué sabe de la peste el señor Sarmiento, que camina solo
por la ciudad apestada, inmunizado contra la peste por el odio de los gauchos
que mandó exterminar? ¿Que los ricos huyen de la ciudad apestada? ¿Que los
pobres, como es natural, mueren en la ciudad apestada?”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Andrés Rivera.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> El
amigo de Baudelaire</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ayer segunda sesión del Taller de lectura vía virtual. Un
oasis de placer en medio del encierro. La literatura como flotador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mi esposa envía un meme a un grupo familiar, donde el
cartelito con letras blancas sobre fondo negro pregunta si la segunda temporada
de la cuarentena es con los mismos actores, porque tiene problema con el
reparto. ¿Alguien sabe de un monoambiente para alquilar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Empezó el frío. Como no limpiamos el calefactor le damos
duro al horno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Segunda entrega en versión video de este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario de cuarentena</i>, a cargo de Andrés
Carbonel Vizzón:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=xr0EFOuS5ks">https://www.youtube.com/watch?v=xr0EFOuS5ks</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El domingo tenemos el cumpleaños de Andrés. Será el segundo
en el encierro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DÍA VEINTIUNO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La malaria económica será grande cuando todo esto termine.
Ya lo es, pero el futuro no sonríe al que siembra hoy a la noche para cosechar mañana
a la mañana. La comparan con lo que vino después del crack del ’29. O sea: peor
que el 2001. Las consecuencias serán numerosas; como luchar contra la maleza selvática
con un machete desafilado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Algunas lecturas del taller: “La salvación”, de Isidoro
Blaisten. “Los ladrones”, de Hernán Ronsino. “El fin del viaje”, de Ricardo Piglia.
“Soler el defectivo, de Juan Sasturain. Y se vienen “El proveedor de
iniquidades Monk Eastman”, de Borges. “La última noche de Dios”, de Horacio Convertini.
Y las Aguafuertes porteñas de Arlt.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy, con Andrés, vimos Arsenal - Manchester City. Si sería
viejo el partido que al Arsenal lo dirigía Arsene Wenger. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hicimos un “Frasco de ideas contra el aburrimiento”. Lo
abrimos una sola vez. O nos estamos divirtiendo a lo loco o el proyecto fue un verdadero
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">bluff</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Le puse la tapa de la pava al termo y viceversa. Va
queriendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al principio era preocupación o novedad; los grupos de
Whatsapp se llenaban de mensajes, las múltiples plataformas liberaban sus
contenidos, estábamos ávidos de saber qué era lo que nos esperaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya pasamos el hartazgo, el malhumor (aunque suele retornar
en pequeñas dosis), el aburrimiento, la esperanza. El temor subsiste.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay sensaciones que se nos escapan; una vez más,
desconocemos el futuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Segunda sesión de títeres, esta vez hechos en casa y a cargo
de Andrés y Vera. Nombres de los personajes: Vera Lucía, Rafael Nadal, El
Barbudo, El Fantasma de Carnaval. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mi hermana mayor: “Aquellos días en que mis padres más míos
fueron”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hit de la cuarentena según Andrés: “Había un sapo, sapo,
sapo...”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=zbd6NoD1BKY">https://www.youtube.com/watch?v=zbd6NoD1BKY</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy volví a usar zapatillas después de veinte días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué es poesía?, dices
mientras clavas<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">en mi pupila tu pupila
azul.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué es poesía? ¿Y tú
me lo preguntas?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Poesía es salir a la
vereda, papá!</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-37906178896981004332020-04-07T08:14:00.000-07:002020-04-08T07:38:49.345-07:00Diario de cuarentena (día 16 a 18)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
DÍA DIECISÉIS<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hoy Vera cumple años. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Disculpen la molestias, estamos dedicados a otras tareas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
DÍA DIECISIETE<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Antenoche me quedé hasta la tres de la mañana viendo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alien: Covenant</i>. Que te agarre un Alien
y ahí reíte del Coronavirus.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿Algún día volveremos a vernos con nuestros amigos? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sí, sí, tranquilos: nos volveremos a ver.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=PkGU0eSLGmw">https://www.youtube.com/watch?v=PkGU0eSLGmw</a><o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Para seguir con la música: como no sólo de Coronavirus vive
el hombre, encontré una banda camboyana que se llama Dengue Fever. Está buenísima,
además de que la re pegaron con el nombre, escuchá esto, y seguro te sube la
temperatura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=JQ_stc1MLT4&list=RDEMeFmfK3YGcs1voMNAYuxvJw&index=3">https://www.youtube.com/watch?v=JQ_stc1MLT4&list=RDEMeFmfK3YGcs1voMNAYuxvJw&index=3</a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Domingo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Recoger los restos de la fiesta de ayer por el cumpleaños de
Vera (¡una fiesta en cuarentena!): colgamos banderines y globos, conseguimos
narices de payaso luminosas, la familia apareció vía virtual. Vera lo tomó con
una naturalidad admirable. “La fiesta dura hasta la noche tarde”, declaró, y le
hizo honor. “Estuvo hermoso mi cumpleaños” dijo hoy por la mañana. El valor de
la ingenuidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Asado de domingo como si fuera domingo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El auto. Segunda parte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Voy a la cochera, doy arranque y parece que el auto se
volvió gangoso, o peor, afásico. Confirmado: se quedó sin batería.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Entre esto y el affaire neumático de hace unos días,
sospecho que a él también lo está afectando el encierro. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Gracias por el delivery, me dijo un lector del Diario.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
27. Son buenas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Soy el sátiro de la lavandina.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Un amigo de la juventud decía que a los individuos los unen hilos
invisibles,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hilos que los arrastran
hacia acá o hacia allá y, al mismo tiempo, los vinculan, los predeterminan y
los llevan a un plan rutinario de la existencia. Una especie de determinismo
hilvanado. Sentado en un banco de Plaza Dardo Rocha, en La Plata, lo decía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Bien, dentro de esta casa, por estos días, sucede lo mismo:
estamos unidos por el hilo invisible de la cuarentena, un hilo que por momentos
cede y por momentos se tensa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Vera: “¿Dónde está la enfermedad?”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Queda claro que el enemigo es invisible.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Bah, espero que se refiera al Covid19, si no estamos fritos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
DÍA DIECIOCHO<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A la madrugada: insomnio. Hora despierto, en medio de la
oscuridad, mosquitos como aviones sobre Pearl Harbor. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Imagen en medio del desvelo: una mujer y un hombre, en un
parque, se besan y se chupan, pero no lo hacen desnudos, sino vestidos. O sea:
lo que lamen, lo que chupan, es la ropa del otro. Es amor con la indumentaria
como profilaxis. (¿El amor en los tiempos del coronavirus?)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El auto. Tercera parte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El techo de la cochera comenzó a cumplir lentamente con la
ley de gravedad. En fin, que se derrumba. Primero un pequeño ladrillo, luego
otro, luego otro. Apelé a la medida más elemental e inmediata: martillo.
Voltear del cielorraso todo lo que implicara riesgo hasta que no hubiese
peligro de derrumbe.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Definitivamente el auto ya no soporta el encierro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Andrés: “el mundo está encarcelado”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Aquello de su homónimo: “La vida es una cárcel con las
puertas abiertas”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Vivimos alerta hasta que sucede algo a nuestro alrededor, y
ahí sí, nos volvemos realmente alerta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Andrés empezó a hacer versiones en video de este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario de cuarentena</i>. Acá puede verse la
primera producción:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=OGcc_m28s-0&feature=youtu.be">https://www.youtube.com/watch?v=OGcc_m28s-0&feature=youtu.be</a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-35558224950624158712020-04-03T14:40:00.002-07:002020-04-05T10:51:47.205-07:00Diario de cuarentena (día 13 a 15)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA TRECE <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Trece. ¿Qué te parece?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=Iyg68LcaV00">https://www.youtube.com/watch?v=Iyg68LcaV00</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La sobrecarga de información a la que nos exponemos (redes
sociales, plataformas, webs, bla, bla, bla) hace que nos sintamos impelidos a
consumir, como si el mundo fuera a terminarse con la mismísima cuarentena.
¿Arte, cultura, entretenimiento, pasatiempo? Supongamos que sí. Pero la idea de
consumo, de obligatoriedad, sigue estando ahí. Absorber. “Matar el tiempo”.
Presenciar en vez de producir. Lo dijo bien Germán: hagamos Ecología de
Información. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Si en medio de esta maraña de contenidos toda la música del
mundo se acabase y hubiera que salvar sólo tres ejemplares, ya tengo dos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Kind of blue</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dark side of the moon</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=OO5bTG4nebA">https://www.youtube.com/watch?v=OO5bTG4nebA</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Me encantaría ser psicoanalista. Ya estaría dando turnos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¡Necesito andar en bicicletaaaaaaaaaaaa!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Marche un asesor canino, cómo se lo explico, si ella se
llama Esca porque Esca-llejera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Antes de bañarme, bailé en el comedor envuelto en una
toalla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Libertad suprema y muerte de la estética.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Otro aporte de Germán:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“En la primavera de 1937,
paseando por el parque del hospital psiquiátrico de Sibiu, en Transilvania, fui
abordado por un «huésped». Intercambiamos algunas palabras y luego le dije: «Se
está bien aquí». «Es cierto. Merece la pena estar loco», me respondió. «Pero
está usted, a pesar de todo, en una especie de prisión.» «Si usted quiere, pero
aquí se vive sin la menor preocupación. Además, la guerra se acerca, usted lo
sabe tan bien como yo, y este lugar es seguro. No se nos moviliza y no se
bombardea un manicomio. Si yo fuera usted, me haría internar inmediatamente.»
Turbado y maravillado, le dejé e intenté informarme sobre él. Se me aseguró que
estaba realmente loco. Loco o no, nunca nadie me ha dado un consejo más
razonable”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Emil Cioran, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ese
maldito yo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA CATORCE <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hoy rompí marcas: me levanté 9 y media. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Estoy a punto de hacer un gráfico de barras con los niveles
auditivos de las exclamaciones hogareñas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Andrés canta “Perón, Perón, que grande sos”. Temo
preguntarle el origen de su desenfrenada cantata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Han empezado a caer las hojas de los árboles, el sol se
atenúa, el otoño nos encuentra encerrados. ¿La melancolía se impulsará con esta
clausura obligatoria, o la misma reclusión la tapará y hará que apenas la
intuyamos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hacer un listado de cosas a emprender en el día. Lo que
antes era un orden a priori se ha convertido en una tabla salvavidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Una banda de rock que se llame Los Carteros y haga covers de
Soda Stéreo. </span><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;">Al final de cada recital, el cantante agradece a su público:
¡Gracias... postales!</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=6UvLdv97EP0">https://www.youtube.com/watch?v=6UvLdv97EP0</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA QUINCE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Algunas consideraciones de Germán sobre los desatinos Producto
Del Encierro:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¿Cuándo es la siesta en este tiempo descronologizado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Cenayuno: un estado de vacilación exasperante y confusión
nutritiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Si seguimos así le vamos a tener que agregar días a la
cuarenta. O días al mes. O páginas al Diario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Y como dijo un amigo: que el hundimiento del Titanic nos
sorprenda bailando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=LcJm1pOswfM">https://www.youtube.com/watch?v=LcJm1pOswfM</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Si esto fuera Cuba, y estuviéramos en los albores de la
década del ’90 y la forma del mundo que creíamos invulnerable se estuviera
cayendo a pedazos, diríamos que pasamos por un Período Especial. Pero no: el
abanico se abrió y ya vamos por la tercera década del Siglo XXI. ¿Viste, Mirta?
No todo era culpa del comunismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Per%C3%ADodo_especial">https://es.wikipedia.org/wiki/Per%C3%ADodo_especial</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-Vera, ¿jugamos a lo dados, hoy?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-No, hoy no tengo tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<br />epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-73171622461897820482020-03-31T17:39:00.001-07:002020-03-31T17:39:55.433-07:00Diario de cuarentena (día 10 a 12)<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DIA DIEZ<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuarentena. Aislamiento. Encierro. Reclusión. Si sigue así
vamos a terminar en cautiverio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El que no debe estar preocupado con el aislamiento es el
Indio Solari.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo empezó en China. Es el regreso de Mao.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=uL6FWJKpsJ0">https://www.youtube.com/watch?v=uL6FWJKpsJ0</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vamos, vamos, aguantemos hasta el 15, que resucitamos todos <s>cuando
esta garcha termine</s> en Semana Santa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Wasap: “no quiero ni saber lo que va a ser tu diario al
final de la cuarentena”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yo tampoco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con Germán estuvimos hablando de Joseph Roth, de Abelardo
Castillo y de Juan Forn. ¿Es posible que dos notas, sobre dos autores
diferentes, lleven el mismo título? Sí, por supuesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.pagina12.com.ar/194486-la-leyenda-del-santo-bebedor">https://www.pagina12.com.ar/194486-la-leyenda-del-santo-bebedor</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-346-2002-10-27.html">https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-346-2002-10-27.html</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DIA ONCE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">PDE: Ayer jugué a los autitos con Andrés y Vera en el patio.
Volví a tener ocho años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las listas de supermercado. Esa forma de conquistar el Asia
sin bajarse del caballo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">PDE: Me he acostado a las once, a la una y media, a las tres.
En unos días me veo contemplando el amanecer fresquito como una lechuga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy mi señora esposa salió en auto al supermercado, de
vuelta reventó un neumático (no sirve más, no me gusta ese tajo), el auxilio
estaba desinflado (está mírame y no me toqués, como nosotros con el aislamiento,
suerte que me lo infló el vecino del coronavino), no hay un mango para comprar
neumático nuevo. Esto huele a plaga de Egipto. ¡Maldito Flanders!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=T97DAdiGaxo">https://www.youtube.com/watch?v=T97DAdiGaxo</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">PDE: Estoy a un paso de convertirme en Charles Manson,
Andrei Chikatilo y Edmund Kemper todo en uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El arte nos va a salvar. Idea equívoca aquella de que el
artista es el marinero que se ahoga en las aguas de la coyuntura. Las
transmisiones en vivo de músicos y escritores por redes sociales nos hacen
creer en un mundo mejor, aunque en un mañana subsista aquella máxima
nietzscheana de que los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda
descender de ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">DIA DOCE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fatigosa incompatibilidad entre la apología de asesinos
seriales y el panegírico a favor del arte en tiempos del Colera19. Esa
contradicción, el sello de nuestros días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">PDE: Hemos olvidado completamente de qué se trata levantarse
temprano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Valeria le saca una porción de comida a Vera de su plato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vera: “mamá, la comida no se comparte por la enfermedad”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya pasamos por los Redondos, Virus, Charly, Soda. Y volvemos
a dos de ellos: cómo el rock nacional (eso que, según Charly, no existe) le
cantó a la cuarentena antes de que sucediera: “Atrapado en mi libertad” y “Estoy
verde, no me deja salir”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=pISQDkv2QnU">https://www.youtube.com/watch?v=pISQDkv2QnU</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=tS39BLM59Lw">https://www.youtube.com/watch?v=tS39BLM59Lw</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vera: “¿sabés que los espejos no hacen ruido?”. Ni Borges
puso esa carta sobre la mesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al final John y Yoko tenían razón. Había que quedarse en la
cama.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-82112865109066308152020-03-28T16:28:00.000-07:002020-03-31T17:40:30.827-07:00Diario de cuarentena (día 7 a 9)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DIA SIETE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En el séptimo día (I)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“Y reposó en el día séptimo de toda la obra que había hecho”
(Génesis 2:2). </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">A ver, maestro, yo vengo descansando hace seis días y no
hago ninguna alharaca.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En el séptimo día (II)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=9sQBgDLCdmw">https://www.youtube.com/watch?v=9sQBgDLCdmw</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Cuando esto termine, si es que termina, al salir a la calle voy
a sentir agorafobia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-Dale, Vera, que te tenés que bañar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-No. Yo me voy a bañar cuando termine la enfermedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Tengo un amigo con Covid19. ¿Eso me hace más famoso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Andrés: “¡Necesito gritar un gol en vivo!”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Este bello poema de Neruda leyó anoche Pedro Aznar al
finalizar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su recital a través de
Facebook Live: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.poeticous.com/neruda/a-callarse?locale=es">https://www.poeticous.com/neruda/a-callarse?locale=es</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hoy mi vecino se comió un asado con dos amigos.
“¡Coronavino, coronavino!”, gritaba uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hoy hice de maestro de matemáticas, experto en estadísticas,
crítico de cine, higienista, doctor, supermercadista y cosquillero oficial. El
encierro está potenciando mis cualidades. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“Escucháme, hablamos el mes que viene, que estoy medio hasta
las manos de cosas en estos días” dijo nunca nadie en la última semana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DIA OCHO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La vida se vuelve por momentos tan monótona que hasta
escasea el material para este diario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Nota de Paul Auster (intervenida): “El mundo está en mi
cabeza. Mi cuerpo está [no] en el mundo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vemos Robotech (original de 1985) en Netflix: un apocalipsis
inminente hacia el final de la primera temporada que se parece bastante a esto,
sólo que acá el enemigo no viene del espacio exterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vera juega a que se va en triciclo a Buenos Aires. En
cualquier momento le pido que me lleve.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Canción obvia I: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=-AoAUxORJL8">https://www.youtube.com/watch?v=-AoAUxORJL8</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vera, mirando el cielo: “¡yo quería tener alas para volar!”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hace una semana que no uso zapatillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vera salta sola en la cama y dice:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“¡A mí me sale mejor que a vos!”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Esto se complica: ahora pelea con amigos imaginarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Canción obvia II: Charly García tenía razón:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=ldgUatPszek">https://www.youtube.com/watch?v=ldgUatPszek</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Mi mujer: “¿te acordás cuando pensábamos qué iban a hacer
los niños esos quince días entre la colonia y la escuela?”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Música reggae de fondo, les nenes gritan mientras juegan a
la pelota, la perra ladra a un gato que cruza el techo del estudio. Fue hace un
rato: el pico máximo de contaminación auditiva de toda la semana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Compré dos kilos y medio de vacío para dos adultos y dos
niñes. Las ganas de que alguien venga a comer un asado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La cuarentena como reformulación de un axioma: en sus
múltiples acciones cotidianas y su proyección ideal a largo plazo, con el deseo
como eje, el hombre justifica su existencia para no atender su condición de
finitud. Con el encierro, el hombre no sólo comprueba que su angustia
existencial persiste y aumenta, sino que además tiene vedada la acción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DIA NUEVE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Me gustaría preguntarles a nuestros vecinos qué nivel
alcanzamos hoy en el vergüenzómetro social.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Como es sábado, me dediqué a cortar el pasto. El lunes no
hubiera podido hacerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Paso por el lavadero y oigo una voz colectiva, casi un
susurro. Me cuesta identificarla. Lo logro, al fin. Son la cañas, que
preguntan: “¿y, cuándo vamo’ a pescá?”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Después de una breve encuesta entre amigos, se confirma que
crece el índice de irascibilidad general.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Monos en las pasarelas de las Cataratas del Iguazú,
carpinchos en Nordelta, flamencos en Venecia, cardúmenes en las orillas del Río
Paraná. No sé qué es lo que nos llama la atención. La naturaleza está
recuperando los espacios que le pertenecen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-83056959274639859352020-03-25T15:04:00.000-07:002020-04-07T08:44:29.693-07:00Diario de cuarentena (día 4 a 6)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA CUATRO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Idea para un cuento: “Casa tomada”, de Cortázar, al revés:
en vez de ir de adentro hacia fuera, los hermanos huyen de afuera hacia
adentro. El peligro, lo que acecha, viene desde la calle, el exterior de la
casa. Pasan de la habitación al comedor, del comedor a la cocina, de la cocina
al patio (su último refugio). Terminan viviendo en estado de naturaleza, lugar
que quizá no hubieran debido abandonar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“Lo que ya sabemos”, “en este momento”, “este tema”, formas del
pleonasmo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="http://www.wikilengua.org/index.php/Pleonasmo">http://www.wikilengua.org/index.php/Pleonasmo</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La felicidad:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">De los que tienen patio frente a los que no<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los que tienen carga rápida de batería frente a los que no<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los que no ven achicarse las paredes frente a los que sí<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los que no tienen hijes frente a los que sí que sí que sí<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los que no se afligen si no anda Netflix junto a los que no
saben si el Covid19 sobrevive en las paredes de chapa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los que saben de qué van a vivir en diciembre frente a los
que no saben de qué van a vivir en abril <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“El aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una
tempestad en Nueva York”. Teoría del caos. La barca sin pescador, de Alejandro
Casona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_mariposa">https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_mariposa</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_caos">https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_caos</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_barca_sin_pescador">https://es.wikipedia.org/wiki/La_barca_sin_pescador</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">PDE: Cené cuatro salchichas y seis aceitunas a las doce y
media de la noche. Orden alimenticio descontrolado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hoy se pondrá en escena en el hogar la obra para títeres “El
viaje de Covid”: un osito de peluche que recorre el mundo (África, Australia,
Rusia, México) buscando a su mejor amigo, y vuelve decepcionado para comprobar
que él lo estaba esperando en su casa. Con la actuación de una muñeca que tiene
impresa la palabra México en su frente, un koala, un león y el Cheburashka. Bastante
flojo como alegoría, pero si logro entretener a los pibes media hora me doy por
satisfecho. #Quedateencasa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cheburashka">https://es.wikipedia.org/wiki/Cheburashka</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Germán: “Probables éxitos editoriales pos Covid19:
‘Vindicación de la delación’; ‘El alcahuetismo vernáculo. Hacia una praxis
sanitaria’; ‘El coronavirus era una fiesta’; ‘El eje hereje. Coronavirus y
salidas transitorias. Un análisis de la desmanicomialización’”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¿Ustedes también califican la cosa al final de la jornada?: “¿Y,
cómo estuvo el día de hoy?”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA CINCO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">24 de marzo. Memoria. Verdad. Justicia. Nunca más<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">30000 desaparecidos presentes, ahora y siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¿Me parece a mí o todas las mañanas huelen a domingo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Anoche armamos la carpa en el patio. Camping puertas
adentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Frente al encierro, dos extremos: los libritos estos de Luis
María Domínguez o el simio lomo plateado que todos llevamos dentro. En medio,
miles de grises.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Camino a la farmacia. Un nene por una ventana:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“¡Pero en cuarentena no se puede hacer nada!”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Visionario el pibe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vera (cuatro años) jugando al hada, revolea la varita mágica
y dice: “Abra cadabra, que se termine la cuarentena y la enfermedad”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¿Son conscientes de la cantidad de veces por día que decimos/escribimos/leemos
la palabra cuarentena?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA SEIS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Más éxitos editoriales de los próximos meses:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Auster. Trilogía de Nueva York infectada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Soriano. Ya ni sombra pronto seremos (póstumo)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Chandler. El largo encierro (corregida y aumentada)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Borges. Historia universal de la infección<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Caparrós. Los living dead (versión serie de Netflix)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Forn. Aburrirse de noche<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Lovecraft. La ciudad sin gente y otros cuentos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Capote. A lavandina fría<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Roth. La leyenda del santo bebedor puertas adentro<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Mairal. Una noche con Corona Love<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Castillo. El que tiene sed y va al súper<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Mujica Láinez. Cuarentenada Buenos Aires<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Giardinelli. Imposible desequilibrio<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Dickens. Almacén de iniquidades<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hemingway. Los asesinos invisibles (coedición con El virus
invisible de H. G. Wells)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Toole. La conjura de los necios (dijo la crítica: “reedición
sin correcciones porque está rebien escrita”)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Poema:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Recuerdo <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">con melancolía<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">los días<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">en que añoraba<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">estar al pedo<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Habría que armar un cronograma de momentos conflictivos
del día producto de la reclusión.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Me
aventuro: la media tarde y el anochecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Y yo que creía estar mal de la cabeza: el vecino prendió el
fuego a las cuatro de la tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-33943093930912330992020-03-22T18:20:00.000-07:002020-03-25T20:10:44.046-07:00Diario de cuarentena (día 1 a 3)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><o:p> </o:p>DÍA UNO</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Siento que vivimos adentro de un cuento de Ray Bradbury.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“Puedo escribir los versos más tristes esta noche<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Escribir, por ejemplo, la calle está hermosa y yo no puedo
salir”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pablo Neruda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Veinte poemas de amor
y una cuarentena desesperante</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Producto Del Encierro (de aquí en más PDE): pasé de Miles Davis
a los Ramones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=HJWFsZ_YUc4">https://www.youtube.com/watch?v=HJWFsZ_YUc4</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Entramos a principio del otoño. ¿En qué estación del año
saldremos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">PDE: necesito reparación de uñas. Arañando las paredes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hoy por la tarde caminé durante horas por el patio, las
manos en la espalda, cual Napoleón, recitando de memoria a Aristóteles. Faltaba
el enfermero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Anoche volví a ver Joker. Es el capitalismo, estúpido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Esto confirma lo que sospechaba tempranamente: el mundo es
un lugar hostil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">PDE: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-¿Esta noche cenamos en el patio?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-Son las 11 de la mañana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pongo en riesgo mi vida para cruzar hasta el almacén y
comprar agua tónica para el gin. Me voy a volver zapoi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Zapoi">https://es.wikipedia.org/wiki/Zapoi</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">PDE: Hay que reconocerlo: uno comparte más tiempo con los
hijos. Y con el celular.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA DOS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los grupos de Whatsapp se volvieron una opción más frecuente
para ver el mundo que la ventana que da a la calle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El Covid19 logró lo que no logró el comunismo (pegarle una
buena patada en los huevos al capitalismo) y lo que no logró el capitalismo
(que nos agotemos del consumo).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Las cuatro clases de Piglia sobre Borges en YouTube
(Televisión Pública 2013). Impresionante. Borges une los conceptos de civilización
y barbarie. Nosotros, encerrados, también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">PDE: Mi mujer sube y baja las escaleras. Tras el manto de
piedad que ella misma se impone, llama a eso una clase de “gimnasia”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Opción físicamente imposible: ordenar lo ya ordenado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">DÍA TRES<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Lo cierto es que ya no vamos a ser los mismos cuando
salgamos de esta. (Si es que “salimos”.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Nos quieren pacientes, canta el Indio en “Todos a los
botes!”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://rock.com.ar/artistas/1479/letras/15710">https://rock.com.ar/artistas/1479/letras/15710</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">“Claudio, el cuatrero claustrofóbico”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">A Claudio, que era claustrofóbico, lo acusaron de cuatrero y
cleptómano. Cobarde, no se escudó en protección constitucional cualquiera, y
por delincuente lo encarcelaron. Le cupo una pena cuantiosa: no cooperó la
buena conducta. Así, sin custodia ni socorro, lo recluyeron para que
escarmiente en un oscuro cuarto de cuatro por cuatro. Pura consternación para
Claudio, claustrofóbico como era, encontrarse confinado, incomunicado y sin
consuelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vivimos la Era del Meme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¿Quién grita más, los vecinos o nosotros? ¿Quién grita más nosotros
o nosotros?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Dichosos aquellos que tenéis patio grande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">PDE: Mi esposa escucha “Antes” de Drexler: “No entiendo cómo
podía vivir antes”. Yo no entiendo cómo puedo vivir ahora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=SnwaFO0nA3A">https://www.youtube.com/watch?v=SnwaFO0nA3A</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Germán: “Diario de la peste día 3: ¿qué hice el primer y
segundo día?”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hay que releer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
ciudad ausente</i> de Piglia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">PDE: Hay uno que me respondió a un mensaje enviado el 29 de
noviembre pasado. El encierro también acerca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-48052989443706709042018-08-13T12:31:00.001-07:002018-08-13T12:31:46.239-07:00Tijeras<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Las guarda. Bah. Se las guardan. Por seguridad. Siempre
le digo. “Tenemos que recuperarlas, Roberto”. Hay corbatas como para poner un
negocio. O para que se suicide el pabellón entero.</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span>epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6524060806814895918.post-39857539024233244872017-08-03T19:53:00.002-07:002017-08-03T19:53:25.920-07:00Soneto<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Basta verlo, es sencillo: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Ocultar es su franela<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Les gusta cortar la tela <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sin tijera ni cuchillo <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No es absurdo su denuesto:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Las dos caras en la frente <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Ese objeto que es la gente <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y su grato estilo impuesto <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Van enlodando las cosas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Las oscuras, las mohosas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No las lloran: son sus vidas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Gritan, sí, desde las gradas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Cuentan solo las ganadas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y sepultan las perdidas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
epghttp://www.blogger.com/profile/05913400535647196511noreply@blogger.com0