martes, 5 de febrero de 2008

8 de febrero de 1986

"Los que dicen que los partidos de verano no se juegan en serio jamás pisaron un potrero o una cancha de papi. Hasta en el partido más amistoso jugado en una quinta después de un asado, se pone la pierna como se debe, se putea al compañero que la pasa mal y se corre hasta lamentarse de haber comido dos porciones de chinchulines."

Sergio Olguín



Promediaba el verano y sus clásicas copas en Mar del Plata. Más exactamente: 8 de febrero de 1986. River jugaba contra Polonia, que se preparaba para jugar el Mundial '86 y River para su gran año con el Bambino Veira al frente, en un triangular en el que que también participaba Boca Juniors.

Era un encuentro más, sin demasiadas presiones. Los polacos se adelantaron en el tanteador hasta ponerse 4 a 2 arriba. A siete minutos del final, Francescoli convirtió el segundo gol de su cuenta personal para acortar la distancia.

Sobre la hora, Ramón Centurión puso el 4 a 4, que parecía definitivo. Pero pasados los tres minutos de tiempo reglamentario, el Beto Alonso echó un tiro libre pasado desde la derecha que conectó el cabezón Ruggeri, y su testazo cayó en el pecho de Francescoli que, casi en la puerta del área, el Príncipe empalmó de chilena y la clavó en el palo izquierdo del arquero. No fue un gol más: fue de chilena, aunque el Enzo sea uruguayo. Fue "la" chilena: la inmortal chilena del inm-Enzo.

El tipo salió corriendo, sin saber con quien abrazarse de tanta alegría que le inundaba el pecho y, a la vez, queriendo abrazarse con todos. Nadie sabía muy bien si lo que había visto era verdad o una ilusión óptica propia del calor o la proyección de una película disparatada. El Bambino, con una actitud que con el paso de los años se volvería clásica, se metió a la cancha como poseído.
El estadio estallaba. Enzo Francescoli, de una vez y para siempre, comenzaba a subir los peldaños de la escalera que lo depositarían en la historia grande del fútbol argentino.

1 comentario:

Edu Molina dijo...

triste, pero triste post de la epica gallina...
quedas oficialmente expulsado de mi circulo familiar.