no puede hacer
no sabe decir
en el mapa de sus costumbres
la voz
se la ha extraviado
entre el ripio y la meseta
la cruz en sus ojos 
lo vende
la sangre en sus manos
lo obsequia
lo castra la carga
y empalaga el hastío
va del vado al río 
y nada
ahí 
cuando la costra
que crece
se vuelve súplica
y no canto
 
 
 
 
