DÍA VEINTICINCO
Las versiones en video del Diario de cuarentena a cargo de
Andrés. Tercera y cuarta entrega:
Anoche película en Fox: Life:
vida inteligente. En una estación aeroespacial aparece una forma de vida
alienígena proveniente de Marte. La tripulación entra en ¡cuarentena! Spoiled:
obviamente, mueren todos.
Acá estamos, esperando el segundo semestre.
Las versiones en video del Diario de cuarentena a cargo de
Andrés. Quinta y sexta entrega:
Escribí y publiqué esta nota en La Gaceta Literaria, acerca
de cómo diferentes escritores dejan sus testimonios sobre la pandemia:
https://www.lagaceta.com.ar/nota/840663/la-gaceta-literaria/pandemia-diario.html
https://www.lagaceta.com.ar/nota/840663/la-gaceta-literaria/pandemia-diario.html
He hecho videollamadas con amigos con los que no hablaba
hacía años. Aguante la cuarentena.
Hoy cosí un pantalón.
DÍA VEINTISÉIS
El Covid19 es un invento del Diego para que se suspenda el
fútbol y Gimnasia no descienda.
Blade Runner. 1
hora 25 minutos: “Produjo un virus tan letal que el sujeto no sobrevivió”. Año 1982.
Leonard Cohen, “The future”:
Devuélveme mi noche
rota,
mi habitación de
espejos, mi vida secreta;
esto es muy solitario
(...)
Devuélveme el Muro de
Berlín,
dame Stalin y San
Pablo.
He visto el futuro,
hermano:
es un crimen.
(...)
He visto las naciones
levantarse y caer,
he oído sus
historias, las he oído todas,
pero el amor es el
único motor de supervivencia.
(...)
El antiguo código
occidental
saltará en pedazos.
De pronto, estallará
tu vida privada.
Habrás fantasmas,
habrá fuegos en la
carretera,
y el hombre blanco
bailando.
(...)
Las cosas van a
deslizarse en todas direcciones,
no habrá nada,
nada que puedas
volver a medir.
La ventisca del mundo
ha cruzado el umbral
y ha volcado la orden
del alma.
Cuando dijeron:
“Arrepiéntete”,
me pregunto a qué se
referían.
Tenía (casi) terminados tres libros a principios de 2020.
Con lo que le espera a la industria editorial después del ciclo 2015-2019 y en
la era del pos-coronavirus, voy a poner los derechos de autor a nombre de mis
nietos.
Creo que sobrellevan mejor la cuarentena aquellos que tienen
vida interior, que saben repensarse en la soledad, que no necesitan de un Otro
para ser, que pueden crear y recrearse en el ambiente que los contiene. Suena
muy al pavote de Luis María Domínguez, pero algo de eso hay.
DÍA VEINTISIETE
“Tenés que hacer algo con esto”, me dice un amigo respecto
del Diario de Cuarentena. “Lo estoy haciendo”, le respondo, “molesto a la gente
enviándolo por Whatsapp”.
Contrapunto por Whatsapp con un amigo. Ahijuna, los gauchos
ya no son lo que eran:
I
No es gaucho el que
se entromete
pero esta vez va de
regalao,
¡¿A quién se le
ocurre hacer un asao
acompañao por pan de
pebete?!
II
Acá me pongo a cantar
mientras preparo el
asado
que no sea de
extrañar
que el pan sea de
salvado.
Elpoetadelagacetilla siempre fue colectivo, comunitario, una
voz a muchas voces.
Veladuras, de
María Teresa Andruetto.
La naturaleza, el espacio del que venimos y al que queremos
volver, las artes manuales, la crianza y la herencia, la sangre y el nombre, la
tristeza y la locura. La salud que viene sola al encontrarnos con lo que somos.
El paisaje, Jujuy, el cerro. La voz, la forma, la incomparable escritura de la
Tere.
DÍA VEINTIOCHO
Enésima vez que pierdo el orden de los días en relación del
Diario.
Si nuestra casa hoy hubiese sido el núcleo duro de la CIA,
invadíamos Laos, Albania, Reino Unido, Costa Rica y los Estados Federados de
Micronesia.
Definitivamente la cuarentena implica un cambio de hábitos:
decidí que las papas ya no debían vivir en el cajón de la verdura de la
heladera sino en una modesta caja de cartón en el lavadero. Ellas dirán.
Con Andrés y Vera inventamos el Chancletball, o tenis-chancleta.
No hace falta mucha imaginación para adivinar cuáles son los dos elementos
básicos para el desarrollo de esta nueva disciplina.
En vez de regresar a los ámbitos naturales, cosa que
necesitaría el ser humano, el encierro obligatorio lo está alejando de ellos.
Seguiremos retrocediendo.
Mekong - Paraná. Hermoso
documental sobre una comunidad laosiana en la ciudad de Santa Fe
DÍA VEINTINUEVE
Está decidido: al cumplirse el mes, este Diario dejará de
publicarse.
Llenamos un balde, sacamos un par de cañas y tiramos las
líneas sobre esa agua estancada. Los tres primeros segundos fueron de un
extremo contacto con la ficción, a la vez que transportación a un escenario
imaginario, anhelado. Luego, lo meramente lúdico.
“Como persona que trabaja con el lenguaje debería colaborar
en la discusión pública. Pensando, escribiendo, interpretando. Pero cada día
que pasa, pensar en esta pandemia se convierte en una neblina pesada (...) Me
rebelo ante esta demanda de productividad cuando sólo siento desconcierto.”
Mariana Enríquez. “La ansiedad”
La escritura sin la experiencia frente al mundo no existe.
Hemingway fue su apotegma.
Borges, su antagonismo.
Nos cuesta escribir porque no podemos respirar el mundo.
Necesitamos respirar el mundo.
No nos basta esta cabeza.
Columna de Martín Kohan al respecto:
Niebla, neblina,
lluvia, bruma. Todo es lejano, vagamente irreal. Vidrio sucio, cubiertos por la
luz amarillenta. Nublando el aire, un vapor tenue. Los árboles eran manchas
borrosas. Una bruma serena que parecía licuarse contra el horizonte. En la sala
la luz es blanca, todo parece flotar en una neblina suave. En la calle el aire
está sucio, licuado en una niebla turbia
Piglia en “El fin de viaje”. Nosotros en estos días.
Regreso a Coronel
Vallejos, sobre Manuel Puig. Impresionante documental
Windows me dice: ningún elemento coincide con el criterio de
búsqueda.
Tamos en igualdad de condiciones, Windows.
Oigo de refilón que me habla Valeria.
-¿Qué?
-Nada. Estaba puteando al coronavirus.
Caronavirus, según Vera.
El cuento que nunca escribimos con Germán:
Un hombre queda varado en una ciudad, en la que se encuentra
de paso, cuando se declara la cuarentena, lo que le impide volver a su hogar.
En medio, comienza a llover indefinidamente y se produce una inundación, por lo
cual el aislamiento se vuelve doble. Se llama Héctor Levin y es viajante o
periodista gráfico o cineasta o huye de algo que no sabemos (tampoco sabemos si
lo sabe él). A través de la ventana oye el sonido del viento sobre los árboles,
ve entrar el sol y crecer las aguas. Mira televisión y lee un libro que acaba
de encontrar en la mesita de luz. Con la única persona con la que habla es con
el conserje.
Comienza con un diálogo
-No va a poder ser, don. Ya no hay quien traiga el diario.
(A partir de aquí, el
Diario se seguirá escribiendo, pero no publicando. Desconocemos por ahora cuánto
más durará la cuarentena.)