Leer "Borges y la matemática", de Guillermo Martínez, y "Dios es redondo", de Juan Villoro (a priori tan disímiles: fútbol y matemática) es un verdadero placer. El análisis detallado frente a la frase incisiva; dos refutadores: el uno de la ciencia, el otro, de la pasión.
Luego, "Viajes por el Scriptorum", de Paul Auster. Coleccionista de críticas destructivas de la crítica empeñada de los últimos años, Auster (algunos lo pronuncian Oster) se despacha con una historia buenísima (relación autor-personaje) antes de su última novela, "Man in the dark".
Luego, "Ciencias morales", de Martín Kohan. Bernhard tiene un discípulo admirable en Argentina. Leéla despacio, parece haber sido escrita de esa manera. Por algo ganó el premio del amigo Herralde.
Luego, "La casa de los conejos", de Laura Alcoba (imágenes setentistas rememoradas desde la France), y "La vida por Perón", de Daniel Guebel (un guión cinematográfico devenido en novela, humor ácido, crítica al Movimiento Innombrable, sorianesco homenaje).
Luego, "La Cisura de Rolando". Ver otros post al respecto.
Luego, "Brujas en el bosque", Mario Méndez, una novela juvenil no sólo para juveniles, clase magistral de cómo sostener la tensión; y "La huella del crimen", de Vicente Battista, cuentos policiales; desparejo, atrapante.
Seguiré con dos juveniles más: "El botín", de Laura Escudero, y "La casa de las ánimas", de mi amigo Emilio Lito Saad. Mientras, me refriego los ojos con los Diarios de John Cheever. Me voy de vacaciones.
3 comentarios:
Lei "...Scriptorum" y "Hombre en la oscuridad", ¿no te parece que estos dos (y también Martín Frost y Brooklyn Follies) son como la misma historia?
No sé, ya con la última me aburrí (me la leí enterita en el vuelo de regreso a México).
Literatura norteamericana: ponele un ojo a Cormac McCarthy y Philip Roth.
Que onda con el Poeta, sigue de vacaciones?
I'm back!
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