1-
Un gaucho fue a bajarse del caballo. Le erró al estribo y se cayó.
"Ahijuna", dijo, "es por eso".
2-
A las 16.34, Sir Enrique sorbió la segunda taza de té tibio. Ya la primera le había caído un tanto grave, pastosa; esta segunda le dolió: en el estómago, primero; en el resto del cuerpo después.
Lo último que vio fue a su sirvienta, vestida de negro, las manos un tanto más largas de lo usual.
"Sí, es por eso", fue lo último que dijo Sir Enrique.
3-
Marcos y Manuel. Primero Marcos y Manuel. Después: Marcos, Manuel y Marcos. En verdad, Manuel. Marcos era un hombre. Lo supo, lo hizo saber, esa noche en la obra en construcción: Él era Manuel. Pero era Marcos, también. Era Manuel con Marcos dentro. La cumbia llegaba de fondo con el viento en la tormenta. "Es por eso" pensó, sintió Manuel. "Es por eso, que siga".
4-
"Existe un problema moral. Punto. Cero. O dos puntos. He de avocarme a ello", dijo el filósofo Rydn Cräydenn. Y se metió un tiro en la cien.
Era por eso.
2 comentarios:
Ahora caigo, Carbonel. Después de tantos años de amistad, era por eso.
je! claro...
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